Vol. 72/No. 31 4 de agosto de 2008
Desde 1992 millones de agricultores han sido expulsados de sus granjas para trabajar en fábricas, minas y en la construcción en el este y sur de China. En la actualidad hay 150 millones de trabajadores que han migrado a los que se les niega asistencia médica, seguridad social y otras prestaciones que reciben los residentes permanentes de las ciudades y para quienes ha sido difícil, si no imposible, obtener incluso un permiso de trabajo temporal.
Cientos de trabajadores migrantes atacaron una estación de policía en la provincia oriental de Zhejiang el 10 de julio, según la versión de internet del periódico pro gubernamental China Daily. Hubo tres días de protestas después que Zhang Zhongfu, un obrero migrante de 34 años de edad de la provincia de Sichuan en el sudoeste, fue atacado por la policía cuando fue a una oficina del gobierno para solicitar una tarjeta de residencia temporal.
Los empleados del gobierno me dijeron que no me podían registrar sin mi tarjeta de identificación. Me pelee con ellos y entonces me golpearon en la cabeza, dijo Zhang. El volvió a la oficina al día siguiente. Cuando los policías vinieron a arrestarlo, los residentes los rodearon. Tres policías resultaron heridos y 23 trabajadores migrantes fueron detenidos durante el altercado.
A mediados de julio el gobierno chino anunció la formación del Departamento para Asuntos de los Trabajadores Migrantes, para conseguir la armonía social y para facilitar el flujo a gran escala de trabajadores.
Más de cien personas se enfrentaron a la policía en la provincia sureña de Guangdong el 17 de julio, después de que el conductor de una motocicleta muriera, según la policía, como resultado de las lesiones sufridas en un accidente de tráfico. Sin embargo, sus familiares dicen que fueron el resultado de una paliza que le dieron los guardias de seguridad.
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