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Vol. 72/No. 34      1 de septiembre de 2008

 
Tropas invasoras rusas se atrincheran
(artículo pricipal)
 
POR SETH GALINSKY
Y SAM MANUEL
 
A pesar de haber hecho declaraciones que se retirarían de Georgia, las tropas rusas continúan atrincherándose.

Soldados rusos fortificaron sus posiciones en la entrada del principal puerto de Georgia en el Mar Negro en la ciudad de Poti, según el Washington Post el 21 de agosto. Abrieron trincheras, emplazaron baterías de morteros y bloquearon un importante puente con vehículos blindados.

También construyeron estructuras permanentes, incluso bermas con alambres de púas sobre la carretera entre Gori y Tskhinvali, la capital de Osetia del Sur. En otras partes de Georgia, tropas rusas continuaron destruyendo equipos y bases militares georgianas.

“Esta es una zona de amortiguamiento”, dijo Anatoly Nogovitsyn, segundo al mando del estado mayor ruso, en una conferencia de prensa el 19 de agosto.

El gobierno de Georgia fue forzado por Paris y Washington a aceptar un “cese al fuego” de seis puntos.

Un funcionario georgiano dijo que el presidente francés Nicolas Sarkozy les dijo que tenían que aceptar el acuerdo porque sino el ataque de los tanques rusos continuaría.

Según el Wall Street Journal el acuerdo permite que tropas rusas que se encontraban en Osetia del Sur antes del inicio de los combates “se queden y patrullen temporalmente dentro de una franja de hasta 6.2 millas” más adentro del territorio de Georgia.

Moscú alega que la invasión fue necesaria para defender a Osetia del Sur y a Abjasia, dos regiones que han declarado su independencia de Georgia. El 14 de agosto el presidente ruso Dimitry Medvedev se reunió en Moscú con el presidente de Osetia del Sur Eduard Kokoity y el presidente de Abjasia Sergei Bagapash para pedir el reconocimiento internacional de la independencia de las dos regiones.

Kokoity, anteriormente el jefe de la estalinista Juventud Comunista en Tsijinvali, ganó la presidencia en 2001 en elecciones que no fueron reconocidas fuera de Moscú. Kokoity admite que 23 mil georgianos fueron expulsados de Osetia del Sur. “No tenemos ninguna intención de permitirles regresar”, dijo el 15 de agosto.  
 
La dominación rusa de Georgia
Desde la época de los zares, Rusia ha sido una prisión de naciones. Con la excepción de un breve periodo en los primeros años de la revolución rusa —bajo la dirección de los bolcheviques dirigidos por V.I. Lenin— Georgia ha sido víctima de la dominación chauvinista de los gobiernos rusos. Esta dominación continua en la actualidad.

Treinta y un por ciento de los cuatro y medio millones de habitantes de Georgia viven por debajo del nivel de pobreza. Antes de la llegada del servicio de teléfonos celular, que ahora cubre todo el país, solo cuatro de cada 100 personas en el campo tenían acceso al servicio telefónico. Aún con las crecientes tensiones entre Moscú y Tbilisi, por lo menos el 50 por ciento de la economía georgiana está en manos de rusos, según la Asociación por la Seguridad Económica de Georgia.

Las remesas de hasta un millón de georgianos que residen en Rusia, que es un país más industrializado, alcanzaron 558 millones de dólares en 2007.

Más de la mitad de la fuerza laboral en Georgia trabaja en la agricultura que incluye uvas, cítricos, y avellanas. También hay pequeñas minas de manganeso y cobre que emplean a 8 600 obreros.

Anteriormente parte del Camino de Seda entre Europa y Asia, Georgia sigue siendo un importante punto de tránsito para todo lo que se envía desde Turquía a todo el territorio de la antigua Unión Soviética.  
 
Lazos con Washington.
Mijaíl Saakashvili, después de ser electo presidente de Georgia en enero de 2004, tomó medidas para profundizar los lazos con Washington y acelerar la inversión capitalista.

A Moscú tampoco le agradó la construcción de un oleoducto desde Azerbaijan hasta Georgia, que empezó a funcionar en 2006, junto con una línea de gas natural. Los oleoductos debilitaron el control energético de Rusia en la región.

Moscú también consideró un reto a su poder cuando el presidente estadounidense George Bush impulsó la membresía de Georgia y Ucrania a la OTAN.

Desde que llegó al poder, Saakashvili ha triplicado el presupuesto militar del país que ha alcanzado 3.2 mil millones de dólares y ha aceptado asesores estadounidenses e israelíes.

También envió 2 mil tropas georgianas a apoyar las fuerzas estadounidenses en Iraq. Cuando comenzaron los combates recientes, Washington aceptó retornar la brigada georgiana en naves aéreas de Estados Unidos, aunque sin su equipo militar.

Moscú esperaba que la invasión a Georgia le ayudaría a mantener su dominación de la región y detener el avance de la OTAN. Pero Washington se aprovechó de la invasión para finalizar un acuerdo pendiente con Varsovia, para establecer una base estadounidense de defensa contra misiles con diez interceptores en Polonia.

Una semana después de la invasión se llegó a un acuerdo que soldados estadounidenses operarían sitios de defensa aérea en Polonia —la primera base permanente de tropas norteamericanas en ese país— y que Washington defendería a Polonia en caso de ataque. Una batería Patriot estadounidense será trasladada de Alemania a Polonia y será operada por un equipo estadounidense.

Moscú acusa al gobierno de Saakashvili de haber cometido “genocidio” en Osetia del Sur. Funcionarios rusos dicen que hasta 2 mil de los 10 mil residentes de Tsijinvali murieron cuando las tropas georgianas lanzaran cohetes contra la ciudad osetiana el 7 de agosto.

Sin embargo, el Financial Times reportó que una comisión rusa investigando los cargos dijo que 133 civiles habían muerto por el ataque de tropas georgianas.

Aunque algunos barrios fueron arrasados durante las batallas, según algunos reporteros, los daños más severos se dieron alrededor del centro gubernamental de la ciudad. Muchos barrios recibieron pocos daños. El hospital regional de Tsijinvali confirmó 40 muertos entre civiles y combatientes.

En cambio, el Financial Times dijo que en algunos poblados georgianos en Osetia del Sur el 90 por ciento de las casas están quemadas y abandonadas. Oficiales rusos admiten que fuerzas irregulares de osetianos han estado “saqueando”, robando y matando a georgianos.  
 
Moscú aumenta la presión
Moscú ha aumentado la presión económica y militar contra Georgia durante los últimos tres años.

Hasta 2006 la mayoría de las exportaciones georgianas iban a Rusia, incluyendo el 90 por ciento de la producción de vino georgiana. Ese año Moscú prohibió la importación de vino y agua mineral de Georgia e impuso un bloque aéreo, marítimo, y postal después de que varios individuos rusos acusados de espionaje fueron arrestados en Georgia. . Rusia, la fuente principal de energía de Georgia en aquel entonces, también aumentó precipitosamente el precio de gas natural.

Moscú tomó pasos para prepararse para un combate. La semana anterior al conflicto, Moscú completó un proyecto de mejoras del ferrocarril en Abjasia, un punto clave para el transporte de tropas.  
 
 
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