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Vol. 72/No. 36      15 de septiembre de 2008

 
Moscú construye bases
en regiones de Georgia
(portada, articulo principal)

POR CINDY JAQUITH  
3 de septiembre—Moscú ha dado un paso más para reimponer su dominación de Georgia al anunciar el 29 de agosto que Rusia “absorberá” la región de Osetia del Sur, que es parte del territorio georgiano, y establecerá bases militares allí y en Abjazia, otra región georgiana.

Esta acción viene después de que el gobierno ruso reconociera a Osetia del Sur y Abjazia como estados “independientes” el 26 de agosto. Tres días después, tras las reuniones sostenidas entre el presidente ruso Dimitri Medvédev y el presidente de Osetia del Sur Eduard Kokoity, éste anunció que su país se unirá con Osetia del Norte, que es parte de Rusia.

“Pronto no habrá Osetia del Sur y del Norte. Habrá una Alania [Osetia] unida como parte de Rusia”, dijo Kokoity. “Viviremos en un estado ruso unido”.

Osetia del Sur y Abjazia declararon su “independencia” después de la invasión rusa a Georgia el 8 de agosto, que dejó tropas de ocupación de Moscú en grandes partes de ese país.

Desde la disolución de la Unión Soviética a principios de los años 90, cuando las naciones oprimidas por la burocracia dominante de Moscú declararon su independencia, el gobierno ruso dirigido por gente de la KGB, ha venido buscando reimponer su poder económico, político y militar en la región.

Históricamente, Georgia ha sido oprimido por el chovinismo de la Gran Rusia, ya sea bajo el zar y también por el gobierno de la casta privilegiada encabezada por José Stalin que llevó a cabo una contrarrevolución a mediados de los 20 en contra de los logros que consiguieron con la Revolución Rusa de 1917 dirigida por Vladimir Lenin los obreros, los campesinos y las nacionalidades oprimidas.

El 31 de agosto Medvédev señaló que la agresión rusa no pararía en la frontera con Georgia. Afirmó que Moscú tiene “regiones de interés privilegiado” y que defenderá “la vida y la dignidad” de los ciudadanos rusos “sin importar donde se encuentren”. Sus declaraciones se han tomado como una abierta amenaza a Crimea, una provincia de Ucrania que es predominantemente rusa, así como también a los estados bálticos donde también hay grandes concentraciones de rusos.

El presidente ucraniano Viktor Yushchenko había respondido antes diciendo que la invasión de Georgia ya no permitiría que la flota rusa en el Mar Negro pueda atracar en el puerto crimeano de Sebastopol. Pero después de disensión en su gobierno, él retiró su posición y pidió un aumento en el alquiler que Moscú paga por la base de Sebastopol.

El 1 de septiembre, el ministro ruso Sergei Lavrov propuso un embargo de venta de armas a Georgia hasta que su presidente, Mikhail Saakashvili, fuera forzado del gobierno. Repetía la ya desacreditada mentira de que Rusia invadió Georgia para parar “el genocidio” contra los surosetianos,

Mientras tanto, en partes de Georgia, matones respaldados por Moscú continuaron aterrorizando a los aldeanos georgianos bajo el manto de ser “cuerpos de paz” de Moscú. El diario Times de Londres informó que matones estaban quemando casas, saqueando, golpeando y matando a la población civil georgiana en la “zona parachoques” que las tropas rusas establecieron en el norte de Gori. En la parte oeste de Georgia, tropas rusas continuaron ocupando el pueblo porteño de Poti y sus alrededores. Washington decidió a fines de agosto desviar el guardacostas Dallas de la Guardia Costera que debió haber arribado en Poti para entregar ayuda humanitaria. En su lugar, el Dallas atracó en Batumi, un puerto bajo control georgiano el 27 de agosto.  
 
 
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