Vol. 72/No. 38 29 de septiembre de 2008
Calero estaba hablando con trabajadores aquí sobre sus propuestas para que el pueblo trabajador se organice frente a la crisis social que se desenvuelve en este estado a raíz de la indiferencia de los funcionarios de ambos partidos capitalistas tras el huracán Ike.
¿De dónde vendrán los fondos? El gobierno anda muy escaso de dinero, dijo Felicia Eaton, quien reside en el Tercer Distrito de Houston, dañado severamente por la tormenta.
Mire cuántos recursos usa el gobierno para rescatar a los bancos de inversión y compañías de seguros, dijo Calero. Le piden a los trabajadores que hagamos sacrificios al tiempo que pagan miles de millones a los tenedores de bonos.
Eaton le dijo a Calero que los equipos de limpieza habían pasado por el barrio. Quitaron árboles caídos de las calles pero dejaron otros que habían caído sobre las casas. Muchos hemos venido a ayudar a parientes y amigos, dijo.
Hubo unas 50 muertes relacionadas a la tormenta en nueve estados, 14 en Texas. Miles de personas urgentemente necesitan hielo, agua, comestibles y combustible. Más de dos millones están sin electricidad.
Calero visitó algunos puntos de distribución que según la Agencia Federal del Manejo de Emergencias (FEMA) tenían suficiente hielo, comestibles y agua para cinco millones de damnificados.
Mucho antes de que cerraran los puntos de distribución ese día, los víveres ya se habían agotado en varios centros, dijo Calero. En otros vi colas largas de gente que trataba de buscar víveres.
Hubo por lo menos cinco muertes confirmadas en Galveston, que tiene una numerosa comunidad negra que se remonta muchas generaciones. Muchos de estos residentes viven en casas modestas que no podían aguantar las inundaciones. Unas 15 mil personas estaban tratando de sobrevivir en casas dañadas.
En una rueda de prensa esta tarde, el alcalde de Houston William White anunció que los centros de provisiones serán reducidos en los próximos días. La gente tendrá que adaptarse, dijo.
Las autoridades municipales han dicho que la restauración de la electricidad está fuera de su control, ya que el servicio está en manos de una compañía privada, CenterPoint.
En respuesta, el candidato presidencial socialista propuso la nacionalización de la industria energética bajo control obrero. CenterPoint toma decisiones basadas en lo que es rentable. Se puede contratar a más trabajadores y emplear más recursos para restaurar el sistema. Con comités obreros que revisen los libros de contabilidad de la compañía podremos exponer la manipulación de precios por las compañías petroleras, afirmó.
Portada (este número) |
Página inicial |
Página inicial en versión de texto