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Vol. 72/No. 47      1 de diciembre de 2008

 
Editorial venezolana lanza libro sobre
lucha de clases en EE.UU.
(portada)
 
POR PATRICK BROWN  
CARACAS, Venezuela—“Tenemos la esperanza —no la esperanza como ilusión, como fantasía, que yo sueño que exista una revolución— sino la esperanza real de que el pueblo organizado puede lograr una revolución”, dijo Carolina álvarez.

álvarez hablaba el 14 de noviembre en una presentación durante la Feria Internacional del Libro en Venezuela sobre el folleto ¿Es posible una revolución socialista en Estados Unidos? El folleto responde “sí” a la pregunta planteada en el título. “Creo que es un mensaje importante”, dijo álvarez, directora editorial de Monte ávila. Esta editora venezolana ha publicado una edición en español del folleto para su distribución en Venezuela, y una tirada especial de mil ejemplares fue distribuida gratuitamente a los participantes de la feria.

¿Es posible una revolución socialista en Estados Unidos? toca el tema que fue debatido por más de 20 oradores durante el Foro Central en la feria venezolana de 2007. Esa discusión abarcó varios días. El folleto se basa en el aporte que hizo Mary-Alice Waters, presidenta de la Pathfinder, en la primera sesión del foro.

Más de 50 personas asistieron a la presentación del folleto durante la feria este año.

Además de álvarez, los panelistas fueron Erick Rangel, estudiante y miembro del equipo de la dirección nacional de la JPSUV, organización juvenil del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela; José González, presidente del Fondo Cultural Alba, un proyecto conjunto de publicación iniciado por los gobiernos venezolano y cubano y que ahora incluye a Bolivia, Ecuador y Nicaragua; y Waters, la autora del folleto. La reunión —auspiciada por ambas editoriales— fue presidida por Róger Calero en nombre de la Pathfinder.

“Este es el tercer libro que hemos publicado conjuntamente con Pathfinder”, dijo álvarez. “Recoge las experiencias [del Foro Central] de la feria del año pasado, cuyo tema fue justamente la posibilidad de hacer una revolución socialista en Estados Unidos”.

Títulos de Pathfinder en español publicados previamente por Monte ávila son Cuba y la revolución norteamericana que viene por Jack Barnes y Malcolm X habla a la juventud.

González, quien presidió una de las sesiones del Foro Central el año pasado, también recordó la importancia de ese evento en sus comentarios de apertura.

“El nacimiento de una revolución socialista… no es un acto eventual… que nace por una coyuntura”, dijo González. “Tiene que ser expresión de un proceso social, donde se van acumulando las condiciones objetivas y subjetivas para que estos procesos se den. El mundo en este instante está en una coyuntura muy especial, una coyuntura que puede tener consecuencias imprevisbles”, dijo.

Erick Rangel, estudiante de la Universidad Central de Venezuela en Caracas, dijo que cuando leyó ¿Es posible una revolución socialista en Estados Unidos? por primera vez le impactó el hecho que una revolución en Estados Unidos “no solo es posible sino necesaria, por las condiciones de vida, donde millones están en la mayor pobreza, una cuestión que va en contra de la vida misma y los indignifica”.  
 
‘Fuerza en la clase trabajadora’
Rangel señaló la descripción de las manifestaciones del Primero de Mayo de 2006 y los años subsiguientes, “cuando los trabajadores y los inmigrantes salen a reivindicar” sus derechos. Dijo que eso demostraba que los inmigrantes son una fuerza potente dentro de la clase trabajadora.

Añadió que “la crisis financiera es la demostración que el capitalismo… no tiene las condiciones ni sociales, ni económicas, ni políticas para mantenerse”, y sugirió que “cae por su propio peso”.

Waters dijo que al releer su presentación del año pasado, lo que más le llamó la atención fue “la lista de presuposiciones que uno tendría que hacer para llegar a la conclusión de que una revolución socialista no es posible en Estados Unidos”, y después pensar en la crisis económica cada vez más profunda que se ha desarrollado en el último año.

Señalando el hecho de que se requirió la matanza global de la Segunda Guerra Mundial, con su masiva destrucción de capital, para salir de la Gran Depresión de los años 30, Waters subrayó la observación hecha por V.I. Lenin, dirigente central de la Revolución Rusa, de que no hay una situación sin salida para el capitalismo. A menos que los trabajadores exitosamente les arrebaten el poder estatal, los capitalistas se recuperarán. “La única pregunta es el precio que se le impondrá al pueblo trabajador”, subrayó.

“Ya hemos visto las primeras escaramuzas de una vanguardia combativa de la clase trabajadora” dentro de Estados Unidos, dijo Waters, observando que es una vanguardia “fortalecida por su creciente carácter internacional”. (Ver la página 15 para el texto completo de las palabras de Waters).  
 
Preguntas acerca de Obama
De inmediato se alzaron las manos al empezar la discusión. Al responder en parte a las observaciones de varios oradores, un estudiante preguntó si el presidente electo Barack Obama podría dirigir una revolución en Estados Unidos. En sus comentarios iniciales álvarez había dicho que “la idea de que el pueblo norteamericano haya votado por un candidato revolucionario es una ilusión”. Waters había declarado que Obama fue escogido “con sangre fría” por los gobernantes estadounidenses como “el mejor hombre para el puesto en estos momentos”. González había descrito a Obama como “un símbolo… de que en Estados Unidos hay una gran mayoría que se da cuenta que necesita un cambio”.

“Si uno escucha el discurso de Obama”, dijo Rangel al contestarle al estudiante, uno puede ver que su política “no dista mucho de la de [el derrotado candidato republicano John] McCain”. Lo que importa es la lucha en las calles, agregó.

“El sistema bipartidista de demócratas y republicanos es el obstáculo político más grande a la conciencia y la acción políticas obreras independientes”, dijo Waters.

Cuando álvarez dijo que al informar sobre las elecciones estadounidenses la prensa burguesa ignoró a todos menos los dos grandes partidos capitalistas, y pidió a los participantes estadounidenses que hablaran sobre la alternativa socialista, Waters invitó al moderador Calero, quien fue el candidato presidencial del Partido Socialista de los Trabajadores en 2008, que participara en la discusión.

“Presentamos una alternativa obrera en las elecciones”, dijo Calero. “El carácter de clase de la campaña fue importante; no es suficiente solamente tener terceros candidatos. Miles de trabajadores y jóvenes nos escucharon. Y para nosotros la campaña no termina el día de las elecciones”.  
 
Teorías de conspiración vs. ciencia
Cuando un participante pidió comentarios sobre las teorías de conspiración y otras alternativas a la perspectiva científica de la historia y política, álvarez observó que Monte ávila recibe muchos manuscritos de ese tipo. Se necesitan explicaciones “científicas”, y no discusiones sobre “fuerzas ocultas” que “no van al fondo del asunto”, dijo. Hay que ofrecer explicaciones científicas e históricas, añadió.

¿Cuál sería el impacto en Cuba y Venezuela de una revolución socialista exitosa en Estados Unidos?, preguntó otro participante.

González respondió que el impacto sería tan grande que es casi inimaginable. “Cuba ha enfrentado 50 años de conflictos con los gobiernos de Estados Unidos”, agregó, “pero nunca ha sido un conflicto entre el pueblo norteamericano y Cuba”.

“Pienso que una unión solidaria entre el pueblo venezolano y el pueblo norteamericano rendiría frutos para ambos pueblos”, dijo álvarez, quien antes había rendido homenaje a Cuba por su ejemplo y el espíritu de lucha de su pueblo, a pesar de las dificultades que enfrentan. Se refirió a los vínculos de Venezuela con Bolivia como ejemplo de solidaridad real, no sentimental.

Tal victoria significaría “un gran cambio”, dijo Rangel. “Sería un cambio civilizatorio. Es lo que la humanidad necesita”.

¿Entregarían los gobernantes estadounidenses su poder pacíficamente, dado el poderío militar de las fuerzas armadas en su estado?, preguntó otro participante.

“La historia de la lucha de clases en Estados Unidos es muy violenta”, respondió Waters. “Y ninguna clase gobernante cede el poder pacíficamente. Pero la clase trabajadora aprende a defender sus huelgas y su organización en el curso de la lucha. Hemos visto la capacidad revolucionaria de la clase trabajadora en Estados Unidos de defenderse en luchas masivas, como las batallas en los años 30 para construir un movimiento sindical industrial. Y la volveremos a ver”, dijo.

“Mediante un triunfo socialista en Estados Unidos los trabajadores y agricultores allí van a ponerse a sí mismos y a sus enormes capacidades productivas del lado del futuro de la humanidad”.

Mientras los organizadores de la siguiente sesión llegaban para su reunión, varios participantes se quedaron un poco más para continuar la discusión con los oradores. Muchos tenían ejemplares de la edición de Pathfinder de ¿Es posible una revolución socialista en Estados Unidos? Fue el más popular en el stand de Pathfinder en la feria, con ventas de más de 250 ejemplares.
 
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