Vol. 73/No. 1 12 de enero de 2009
El acuerdo comprende préstamos por 13.4 mil millones de dólares para General Motors y Chrysler en diciembre y enero, y otros 4 mil millones en febrero. Por ahora la Ford no ha pedido un préstamo.
Los fabricantes de automóviles y los sindicatos deben entender lo que está en juego, declaró el presidente George Bush al anunciar su decisión. Ha llegado la hora de tomar decisiones drásticas para sobrevivir; la única alternativa es declararse en bancarrota. El anuncio fue hecho luego que GM y Chrysler anunciaron que sus fondos se agotarían a finales de 2008.
Unas de las condiciones del préstamo es que para fines de 2009 los salarios deberán ser reducidos y las normas de trabajo cambiadas para que sean más competitivas con las de las fábricas no sindicalizadas de autos japoneses en Estados Unidos. Compensación y beneficios para trabajadores que han sido despedidos, están cesanteados o ausentes serán eliminados.
Se usarán acciones para pagar por lo menos la mitad de los pagos de las compañías automotrices al fondo de salud del sindicato automotriz UAW. Estos pedazos de papel normalmente pierden todo valor cuando la compañía se declara en bancarrota. En poco menos de un año las acciones de la GM han bajado en un 84 por ciento.
El presidente del UAW, Ron Gettelfinger, dijo que estaba decepcionado de que el presidente Bush añadiera condiciones injustas culpando a los trabajadores, pero subrayó que estaba satisfecho de que el gobierno haya tomado una acción de urgencia.
Esto permitirá mantener las puertas abiertas de las fábricas norteamericanas … Todos los interesados, los gerentes, directores, accionistas, proveedores, vendedores, y trabajadores, tendrán que participar en el sacrificio para ayudar a que la industria salga adelante, dijo Gettelfinger.
Mientras tanto, la GM y la Chrysler han organizado equipos de abogados para prepararse por si necesitan realizar una bancarrota ordenada. Una opción que se discute cada vez más en las salas del congreso, dice el Financial Times, sería proveer ayuda federal conjuntamente con la protección de bancarrota, ya que los bancos comerciales muy probablemente no otorgarán préstamos a compañías que se encuentren en bancarrota.
Unos días antes del rescate, GM y Chrysler anunciaron recortes mayores de producción durante el primer trimestre de 2009. GM anunció que paralizaría el 30 por ciento de su capacidad productiva en Norteamérica durante el primer trimestre, y fabricaría 250 mil carros y camiones menos que antes. Cerca de 20 plantas de la GM serán cerradas por un mes. Lo que será uno de los cierres más grandes en su historia, señaló el Times.
Chrysler cerró todas sus 30 fábricas en Estados Unidos por lo menos por un mes a partir del 19 de diciembre, cesanteando a 46 mil trabajadores. Se espera que el cierre se prolongue para dos fábricas en Toledo, una en Detroit y una en Canadá. Las ventas de autos de Chrysler han bajado en un 47 por ciento en noviembre, en comparación con el mismo mes el año anterior. En general, las ventas de automóviles en Estados Unidos bajaron en un 37 por ciento ese mes.
La Ford ha suspendido la producción en todas menos dos de sus plantas por una semana extra en enero. Toyota y Honda también han anunciado recortes en la producción. En Europa, en donde las ventas de autos han bajado en un 26 por ciento, Volvo ha paralizado el trabajo por 20 ó 25 días en el primer trimestre de 2009. La compañía española Seat también ha reducido la producción.
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