Vol. 73/No. 5      9 de febrero de 2009

Apreciando la promesa de cerrar la infame prisión, el presidente cubano Raúl Castro la calificó de “insuficiente”. Castro dijo, “Exigimos no sólo cerrar la cárcel, sino la misma base y devolver el territorio anexionado a su dueño legítimo, es decir, el pueblo cubano”.

Todos los trabajadores deben apoyar esta demanda.

La continua ocupación de Guantánamo en contra de la voluntad del pueblo cubano es una arrogante violación del derecho de Cuba a la autodeterminación. Desde 1959, cuando un gobierno revolucionario de trabajadores y agricultores llegó al poder en Cuba, Washington ha simplemente ignorado varias solicitudes de ese gobierno de que se retire de Guantánamo.

La base naval es parte de la campaña de Washington, de más de cinco décadas de duración, para derrocar a la Revolución Cubana —una campaña que ha incluido una invasión directa; la amenaza de la destrucción nuclear; sabotaje, intentos de asesinato de dirigentes revolucionarios; un embargo económico, comercial y financiero; restricciones de viaje; y más recientemente el encarcelamiento bajo casos fabricados de los Cinco Cubanos, combatientes obreros arrestados en 1998 en Miami, desde donde informaban a La Habana sobre las actividades de grupos de exiliados cubanos que han realizado ataques armados contra Cuba con la bendición de Washington.

La base de Guantánamo es parte de los intentos de Washington de castigar al pueblo cubano por el ejemplo que dieron al movilizarse en sus millones para remover a los capitalistas y terratenientes del poder en 1959. El nuevo gobierno revolucionario movilizó al pueblo trabajador y a los jóvenes para deshacerse de los torturadores y los calabozos de la dictadura de Batista, realizar una campaña de alfabetización, entregar títulos de tierra a campesinos sin tierra, nacionalizar las compañías para combatir el sabotaje económico de los capitalistas, y desraizar el racismo institucionalizado. Cuba asistió a la ayuda de las luchas de liberación por todo el mundo, desde Vietnam, a Africa, a Palestina, hasta el movimiento por los derechos de los negros en Estados Unidos.

La solidaridad obrera, que es el estandarte de la Revolución Cubana contrasta con el abuso deshumanizante de los carceleros y torturadores de la prisión en Guantánamo y en la todavía más grande, más secreta prisión que Washington está expandiendo en la base aérea estadounidense en Bagram, Afganistán.

¡Cierren todos los “centros de detención” de Washington ya y liberen a los prisioneros! ¡Tropas de Washington fuera de Guantánamo! ¡Levanten el embargo! ¡Libertad para los Cinco Cubanos!
 
 
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