Vol. 73/No. 8      2 de marzo de 2009

Esta tendencia proteccionista hace eco de períodos anteriores de crisis capitalistas. Fue una característica importante de las crisis que finalmente produjeron la primera y la segunda guerra mundial y también se usa para debilitar la solidaridad internacionalista entre los trabajadores.

La nueva ley requiere que “todo el hierro, el acero y los bienes manufacturados” utilizados en los proyectos que usen fondos del paquete de “estímulo” deben ser “producidos en Estados Unidos”. En el pasado este tipo de medida ha producido medidas retaliatorias y guerras comerciales.

La ley también declara que esta política se aplicará excepto si hacerlo “sería contrario al interés público”. Esta frase está dirigida a reducir la crítica de funcionarios gubernamentales de Canadá y algunas naciones europeas que habían firmado acuerdos comerciales anteriores que permitían que compañías extranjeras compitieran por contratos del gobierno de Estados Unidos.

China, Brasil, y Rusia están entre las naciones productoras de acero a las que no se les permitirá exportar estos bienes a Estados Unidos.

Le ley de “estímulo” prohibe que los bancos y otras empresas financieras que reciban dinero del rescate federal empleen a trabajadores inmigrantes con visas H-1B si han despedido recientemente a trabajadores estadounidenses.

La reciente huelga reaccionaria de unos 3 mil trabajadores de la construcción en el Reino Unido en contra del empleo de trabajadores inmigrantes fue alentada por la campaña proteccionista promovida por el primer ministro británico captada en la consigna de la huelga —”Trabajos britanicos para trabajadores británicos”.

La Casa Blanca promete que el nuevo paquete de estímulo creará o salvará 3.5 millones de “empleos americanos” en los próximos dos años. Sin embargo no se anticipa que el ritmo de la eliminación de empleos por parte de los patrones baje pronto.

General Motors y Chrysler están preparando más despidos y cortes en beneficios para recibir fondos de rescate adicionales. Las compañías están presionando a funcionarios del sindicato de trabajadores de automoviles UAW a acceder a un acuerdo para eliminar los beneficios de desempleo suplementarios, que por 54 años han proveído hasta un 95 por ciento del salario neto a los trabajadores despedidos.

Unos 282 mil millones de dólares, 35 por ciento del paquete de “estímulo”, son recortes de impuestos. Las cantidades mayores son para las compañías más grandes. Por ejemplo, eliminarán hasta 10 mil millones de los impuestos de la General Motors, según Investor’s Business Daily.  
 
 
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