Vol. 73/No. 14 13 de abril de 2009
Uno de los temas disputados es si los gobiernos deben inyectar más fondos de estímulo en sus economías o enfocarse en regular mejor las instituciones financieras. Ninguno de estos enfoques ataca la raíz de la crisis, que es una crisis del propio sistema capitalista, con una baja de la tasas de ganancias, fuertes recortes de la producción y una baja rápida del comercio.
El primer ministro de la República Checa, Mirek Topolanek, también el actual presidente de la Unión Europea, arremetió contra la política económica de Washington en un discurso ante el parlamento europeo en Estrasburgo, Francia, el 25 de marzo. El gobierno norteamericano está repitiendo errores de los años 30, como son la amplia gama de estímulos, tendencias y llamamientos proteccionistas, la campaña Compre productos americanos, dijo. Todas estas medidas, su combinación y su permanencia son el camino al infierno.
Los gobiernos europeos también están incrementando el uso de medidas proteccionistas. La Unión Europea ha puesto en vigor medidas como la prohibición de la carne de res importada de Estados Unidos que contenga hormonas. A mediados de marzo la UE impuso fuertes aranceles a la importación de combustible biodiésel de Estados Unidos.
Los comentarios de Topolanek se dan en el marco de la reunión del Grupo de los 20 a celebrarse el 2 de abril en Londres. El G-20 está integrado por las principales potencias imperialistas Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos así como Australia, Argentina, Brasil, China, India, Indonesia, México, Rusia, Arabia Saudita, Sudáfrica, Corea del Sur y Turquía. Estos países representan el 85 por ciento de la producción mundial.
En Alemania la canciller Angela Merkel ha rechazado las propuestas de desembolsar más fondos de estímulo. El gobierno ya debe pagar beneficios por desempleo que cubren dos tercios de los salarios de los trabajadores cuando los patrones despiden temporal o permanentemente, o cuando recortan la semana laboral.
En un informe recientemente publicado por la Organización Mundial del Comercio, se proyecta que las exportaciones a nivel mundial bajarán en un 9 por ciento este año, en momentos en que baja la producción a niveles que no se han visto desde los años 30. Esta caída tendrá un fuerte impacto en los principales exportadores del mundo: Alemania, China, Estados Unidos y Japón
En respuesta a la pérdida de confianza en el dólar norteamericano, un alto funcionario chino planteó que se debe crear una alternativa al dólar como moneda mundial de reserva.
El 25 de marzo el secretario del Tesoro norteamericano, Timothy Geithner, respondió que Washington hará lo necesario para mantener el dominio del dólar.
El gobierno chino, uno de los mayores inversionistas en Estados Unidos, es acreedor de 1 billón de dólares de la deuda del gobierno norteamericano. Estos fondos han sido esenciales para el financiamiento de las guerras de Washington en Iraq y Afganistán.
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