Vol. 73/No. 30 10 de agosto de 2009
La tasa de desempleo oficial se ha duplicado durante el pasado año y medio y hoy llega al 9.5 por ciento. La verdadera cifra es alrededor del 11 por ciento cuando se incluyen a trabajadores que el gobierno no cuenta porque no buscaron trabajo durante el mes anterior, aunque sí lo hayan hecho en el último año. Son clasificados como marginalmente vinculados a la fuerza de trabajo.
Alrededor de 9.5 millones de trabajadores reciben indemnización por desempleo de un total de 17 millones de desempleados (incluyendo 2.2 millones marginalmente vinculados). Los solicitantes de beneficios deben comprobar algunas veces en contra de las declaraciones del empleador que fueron despedidos sin ninguna culpa de su parte y que están buscando empleo.
Los beneficios, que sólo cubren una parte de los salarios previos, están agotándose para un número creciente de los 9.5 millones que cualifican para recibirlos. El número de trabajadores registrados sin empleo por más de 27 meses ha subido un 170 por ciento en el último año y hoy alcanza la cifra de 4.4 millones.
En la mayoría de los estados, trabajadores que cumplen los requisitos pueden recibir un máximo de 26 semanas de compensación, según el tiempo que estuvieron empleados. Después de 26 semanas, los trabajadores tienen que solicitar una extensión, y más de ellos desaparecen de las planillas.
El año pasado el Congreso autorizó extensiones de 20 a 33 semanas, según el nivel de desempleo de cada estado. Recientemente el Congreso añadió disposiciones permitiendo que trabajadores puedan solicitar una extensión adicional de 13 a 20 semanas en la mayoría de los estados. Sin embargo, entre otros requisitos, los solicitantes deben constatar a los burócratas del Departamento de Trabajo que han buscado y fueron negado empleo a salarios inferiores.
Irónicamente, los gobiernos estatales dicen que no tienen suficientes trabajadores para procesar el creciente número de solicitudes de seguro de desempleo, y como resultado hay largos atrasos en recibir los beneficios.
Alrededor de un cuarto de las solicitudes son examinadas por investigadores, lo cual atrasa aún más el proceso de tomar decisiones. Durante el año pasado solamente el 61 por ciento de las solicitudes fueron procesadas en menos de tres semanas. Más de 850 mil demoraron más de ocho semanas.
En California, donde la tasa de desempleo oficial es un 11.6 por ciento, solo el 5 por ciento de las apelaciones son resueltas en menos de un mes.
Es muy duro cuando uno no sabe como va a sostener a su familia, dijo al New York Times el Sr. Coronel, un conserje en San Francisco. Por fin recibió un cheque después de seis meses de espera: dos días intentando persistentemente de comunicarse con la oficina de desempleo para presentar su solicitud, un mes para enterarse que había sido negado, tres meses para recibir la respuesta inicial a su apelación, y otros dos meses para recibir la aprobación.
A mediados de julio, el estado de Texas solicitó 643 millones de dólares en préstamos del Departamento de Trabajo federal para pagar cubrir pagos del seguro de desempleo hasta el 1 de octubre. Hasta la actualidad 15 otros estados también habían solicitado préstamos federales para poder pagar los beneficios de desempleo.
Un funcionario del estado de Texas dijo que por problemas técnicos, más de 155 mil personas que llamaron por teléfono el 13 de julio no lograron comunicarse con alguien en las cuatro oficinas de desempleo del estado.
Ann Hatchitt, portavoz de la Comisión de la Fuerza de Trabado de Texas, al principio dijo que debido a complejos requisitos federales, los que iban a recibir la extensión de beneficios de 13 semanas aprobado por el Congreso el 1 de julio unos 100 mil trabajadores tendrían que esperar un par de meses para recibir su dinero. Un mensaje interno por correo electrónico calculó que se enviarían los pagos en noviembre. Luego el presidente de la comisión, Tom Pauken, dijo que el departamento resolverá las causas de los atrasos antes del fin del mes.
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