Vol. 73/No. 39 12 de octubre de 2009
El presidente norteamericano Barack Obama, acompañado por el presidente francés Nicolás Sarkozy y el primer ministro británico Gordon Brown, anunció el 25 de septiembre la existencia de otra planta nuclear en Irán que no había sido divulgada anteriormente, y alegó que esto es una prueba de que los iraníes están planeando producir armas nucleares, acusación que el gobierno iraní niega.
El gobierno iraní había notificado a la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA) el 21 de septiembre de la existencia de esa planta. Washington, sabía de la existencia de esa planta por lo menos desde hace dos años, según el secretario de defensa Robert Gates.
De acuerdo al gobierno iraní, la planta está siendo construida para enriquecer uranio hasta el cinco por ciento, lo que permite que sea usado como combustible nuclear. Se requiere un enriquecimiento del 90 por ciento para que se pueda utilizar en armamentos nucleares. Washington y las otras potencias imperialistas han rechazado el derecho que Irán tiene para enriquecer uranio de cualquier tipo.
Obama dijo que la decisión de Irán de construir la planta es un reto directo a las bases que son el centro de las reglas de no proliferación. Washington, que tiene miles de ojivas nucleares, sigue siendo el único país en el mundo que ha arrojado bombas atómicas sobre seres humanos.
Brown dijo que a la comunidad internacional ya no le queda otra alternativa que trazar una línea sobre la arena. Sarkozy pidió que se impongan más sanciones contra Irán antes de Diciembre si no hay un cambio serio por parte de los líderes iraníes. Obama señaló que la canciller alemana Angela Merkel había expresado su acuerdo con su posición.
El día anterior, Obama había presidido una reunión cumbre del Consejo de Seguridad de la ONU, la cual adoptó la resolución 1887. Preparada ostensiblemente para asegurar el desarme nuclear mundial, el propósito principal de la resolución es proveer nuevas formas de impedir que se lleven a cabo los programas nucleares de Irán y Corea del norte.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, cuyos cinco miembros permanentes son Washington, París, Londres, Beijin y Moscú, ha impuesto tres rondas de sanciones en contra de Irán sobre el tema nuclear. El gobierno alemán se unirá a los otros cinco en las negociaciones con el gobierno de Irán el 1 de octubre.
Obama y el presidente ruso Dimitry Medvedev se reunieron en Nueva York durante las sesiones de Naciones Unidas y sostuvieron una conferencia de prensa conjunta posteriormente. Dedicamos la mayor parte del tiempo hablando sobre Irán, dijo Obama a la prensa. Medvedev, en un cambio a los titubeos mostrados anteriormente, hizo comentarios a favor de sanciones contra Irán, diciendo que en algunos casos las sanciones son inevitables.
A la misma vez que ha criticado algunas de las medidas de Washington contra Irán, el gobierno ruso ha tomado sus propios pasos para limitar la capacidad nuclear de Irán. Moscú se ha negado hasta ahora en cumplir con dos contratos: el combustible para la primera planta de energía nuclear de Irán en Bushehr y los misiles de defensa aérea avanzados S-300, dijo el Wall Street Journal.
Hasta ahora el gobierno chino ha mantenido una posición oficial de oponerse a más sanciones contra Irán. Pero eso podría cambiar. En junio, Beijing apoyó sanciones financieras y comerciales contra Corea del norte por su programa nuclear.
Artículos relacionados:
¡No a las sanciones contra Irán!
Portada (este número) |
Página inicial |
Página inicial en versión de texto