Vol. 73/No. 40      19 de octubre de 2009

Varias iniciativas de los gobernantes capitalistas para “estimular” su sistema de ganancias incitando a los consumidores a que aumenten sus gastos ya han demostrado ser una actividad fútil. Esto es prueba adicional que la crisis no es consecuencia de una política equivocada, sino que es una crisis más fundamental causada por el funcionamiento natural del sistema capitalista mundial.

La tasa oficial de desempleo subió de 9.7 por ciento en agosto a 9.8 por ciento en septiembre. Mientras que el ascenso agudo en el desempleo empezó a frenarse en mayo, la tendencia a aumentar ha continuado.

La tasa combinada de desempleo verdadero y subempleo —lo que las Estadísticas del Buró del Trabajo llaman su “medida alternativa U-6 de utilización subóptima de la fuerza de trabajo”— ha aumentado durante 20 de los últimos 22 meses y hoy se encuentra en 17 por ciento. Esto incluye a trabajadores desempleados que no son incluidos en las cifras oficiales, porque el gobierno alega que no han buscado trabajo durante el mes anterior, además de los que están trabajando a tiempo parcial porque no pueden encontrar trabajo a tiempo completo.

Como consecuencia de la tendencia de la tasa de ganancia del capitalismo a bajar a largo plazo, una tendencia que ha caracterizado las últimas cuatro décadas, los patrones tienen más capacidad productiva de la que pueden vender y obtener ganancias; lo que se conoce como una crisis de “sobreproducción”. Esto promueve una competencia más feroz entre los capitalistas a nivel mundial, e impulsa la desviación de inversiones en la producción hacia el aumento de la especulación y de las deudas.

Bajo tales circunstancias, la creciente reserva de trabajadores desempleados ha ayudado a los patrones a promover la competencia por los puestos de empleo y los ha proveído con una palanca para mantener los salarios deprimidos y aumentar el ritmo de trabajo.

Los sindicatos, en general, han puesto poca resistencia. Esto es consecuencia de las décadas de colaboración de clase de la cúpula sindical con los patrones y su gobierno. Las estadísticas del Departamento del Trabajo sobre huelgas que hayan involucrado a más de mil trabajadores han bajado notablemente de 21 en 2007 a 15 en 2008, y a 2 en lo que va de este año.

Después de que los reembolsos del gobierno no generaron más gastos por parte del consumidor, los magos de la economía capitalista tomaron una medida más directa con el programa denominado “efectivo por chatarra” que ofrecía un crédito de 4 500 dólares a los que desecharan su carro viejo para comprar uno nuevo.

El empuje evanescente que éste programa de 3 mil millones de dólares brindó a la industria automotriz hasta fines de agosto, se ha acabado y rápidamente se está perdiendo lo que se ganó.

Las ventas de automóviles cayeron un 23 por ciento en septiembre en comparación con el año pasado. Las ventas de la General Motors y la Chrysler fueron un 40 por ciento más bajo. De todas las empresas productoras de automóviles en el mundo, únicamente la Hyundai y Kia Motors, que venden carros más baratos, vieron un incremento en sus ventas durante el mes pasado.  
 
 
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