Vol. 73/No. 40 19 de octubre de 2009
Oxfam /Kate Thwaites |
Padang, Indonesia, después del sismo del 30 de septiembre que mató a mas de 1 100 personas. Las desigualdades sociales y el subdesarrollo magnificaron las consecuencias del terremoto. |
Según un informe de Naciones Unidas, han muerto más de 1 100 personas y miles más han quedado atrapadas en los edificios derrumbados. Las estructuras mal construidas y la lentitud en la llegada de auxilio ha contribuido al aumento de muertes y heridos entre trabajadores y agricultores en la zona.
En otro desastre el día anterior, un maremoto con una magnitud de 8.0 produjo olas gigantescas que rompieron en las islas de Samoa, Samoa Americana y Tonga en el Océano Pacífico.
Una de las zonas más afectadas en Indonesia fue la ciudad portuaria de Padang, capital de la provincia de Sumatra Occidental, donde viven 900 mil personas. Cientos de edificios se derrumbaron, incluidas escuelas, tiendas y los tres principales hospitales de la ciudad.
En Djamil, los médicos del hospital público más grande de la ciudad tuvieron que tratar a sus pacientes en tiendas de campaña fuera del hospital.
Los socorristas dijeron que necesitaban tractores, bulldozers y equipo de perforación para atravesar los enormes bloques de cemento bajo los que se encuentran atrapadas miles de personas. Muchos voluntarios excavaban los escombros con sus manos intentando encontrar sobrevivientes.
Sutan Maskuri, que perdió a cinco de sus hermanos, dijo al New York Times unas 44 horas después de producirse el maremoto, Nadie ha venido por aquí, ni los soldados ni la policía.
Indonesia, la cuarta nación más poblada del mundo, continúa siendo un país semicolonial dominado por los gobernantes millonarios de Estados Unidos, Australia, Japón y otras potencias imperialistas.
Sumatra es un centro industrial petrolero y de gas natural y de la creciente industria de la pulpa y del papel de Indonesia. ExxonMobil y Chevron operan campos petrolíferos en la isla.
Aunque Indonesia se ha convertido en uno de los países favoritos para los inversionistas en el último año, señala el Wall Street Journal, continúa invirtiendo poco en infraestructura, incluyendo hospitales, carreteras y fuentes de energía, que podrían aliviar la inusual cantidad de desastres del país.
El día siguiente al terremoto, Washington anunció que iba a enviar 300 mil dólares de ayuda. También prometió apartar otros tres millones adicionales, dijo el portavoz del Departamento de Estado Ian Kelly.
Maremoto golpea las islas Samoa
El número de muertos causados por el maremoto que golpeó las islas de Samoa y Tonga ha alcanzado los 169. Esta cifra incluye a 129 en Samoa, una antigua colonia de Nueva Zelanda con una población de 220 mil habitantes. En el territorio estadounidense de Samoa Americana, donde viven 65 mil personas, murieron 31 personas, y nueve en Tonga. Las islas Samoa están localizadas en el Océano Pacífico, entre Nueva Zelanda y Hawai.
El Centro de Alerta de Maremotos del Pacífico emitió un aviso 10 minutos antes de que las olas llegaran a las islas.
La mayoría de la población en Samoa Americana vive bajo el nivel oficial de pobreza. La industria más grande es la del enlatado de atún, con plantas de las compañías Chicken of the Sea y Starkist produciendo las dos terceras partes del atún enlatado consumido en Estados Unidos, empleando a 4 750 trabajadores.
Los propietarios de la industria del atún han extraído grandes ganancias al estar exentos de pagar el salario mínimo federal en este territorio de Estados Unidos. En 2007 el Congreso aumentó el salario mínimo en las plantas de enlatado en Samoa Americana de 3.26 dólares la hora a 7.25 para el año 2014. Como respuesta, Chicken of the Sea cerró su planta el 30 de septiembre, despidiendo a más de 2 100 trabajadores.
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