Vol. 73/No. 40 19 de octubre de 2009
Los ponentes fueron Sobukwe Shukura, locutor del programa de radio Perspectivas Revolucionarias Africanas y miembro del partido All African Peoples Revolutionary Party; Samuel T. Livingston, catedrático de historia de la Universidad Morehouse; y Steve Clark, editor de varias colecciones de discursos de Malcolm X publicados por Pathfinder Press, subdirector de la revista Nueva Internacional y miembro del Comité Nacional del Partido Socialista de los Trabajadores.
Morris Gardner, director del programa de la Biblioteca de Investigación de la avenida Auburn, en el centro de Atlanta, moderó el acto al que asistieron más de 100 personas. La reunión fue parte de una serie de debates con autores de libros sobre la historia de los afroamericanos. Gardner explicó que la biblioteca había evolucionado desde su fundación en 1934 como una institución segregada conocida como la Colección de Libros que no están en Circulación de las Personas de Color Negro.
Líder de la clase obrera
Al abrir el debate, Clark mencionó una declaración que Malcolm había hecho en enero de 1965 en la que dijo que él pensaba que se avecinaba una confrontación en el mundo entre los oprimidos y los opresores. Sin embargo, dijo Malcolm, No creo que esta se va a basar en el color de la piel, como Elijah Muhammad nos ha enseñado.
Clark dijo que Malcolm X fue un dirigente destacado no solo de los afroamericanos sino de toda la clase obrera en Estados Unidos durante la segunda mitad del siglo 20. Y Malcolm llegó a reconocer, dijo Clark leyendo la cita que habían elegido los organizadores de la reunión para el volante que la única manera en la que conseguiremos nuestra propia libertad es indentificándonos con todos los pueblos oprimidos del mundo.
Las condiciones del pueblo trabajador y de los oprimidos que Malcolm X luchó por eliminar continúan hasta el presente, señaló Clark. El capitalismo mundial se encuentra al comienzo de su más profunda crisis económica, financiera y social desde la Gran Depresión de la década de 1930 y la Segunda Guerra Mundial. Como ejemplos mencionó la falta de electrificación, agua potable, nutrición adecuada y mínimos niveles sanitarios para miles de millones de personas en Asia, Africa y América Latina; el creciente desempleo en Estados Unidos, el cual es particularmente alto entre los trabajadores y jóvenes negros; y el gran incremento en el número de prisioneros en las cárceles en libertad condicional en Estados Unidos.
Clark dijo que la convicción de Malcolm de que se necesitaba una revolución en Estados Unidos y el resto del mundo lo diferenció de otros dirigentes de la lucha por los derechos de los negros. No es correcto, como muchos dicen, que hubo una convergencia política durante ese último año entre Malcolm y Martin Luther King, señaló Clark.
Malcolm respetaba el valor de King y su dedicación y compromiso con la lucha por la libertad de los negros y vio la necesidad apremiante de la acción unitaria para avanzar en ese objetivouna de las razones fundamentales por las que había roto con la Nación del Islam, dijo Clark. Pero Malcolm estaba en desacuerdo con King por su oposición a la autodefensa organizada de los negros a la luz de la violencia racista. También estaba en desacuerdo con la convicción de King de que el capitalismo podría ser reformado y con su apoyo al imperialista Partido Demócrata.
Clark terminó señalando las experiencias que habían llevado a que Malcolm dejara de usar el término nacionalismo negro para describir su curso político. Malcolm explicó a la revista Young Socialist en enero de 1965 que se había reunido recientemente con el embajador argelino en Ghana, el cual es un revolucionario en el verdadero sentido de la palabra y era un hombre blanco. Cuando Malcolm se puso a hablar del nacionalismo negro, el argelino le pregunto ¿dónde quedo yo con eso? Malcolm continuó: De esta manera él me mostró dónde yo estaba alienando a gentes que eran auténticos revolucionarios dedicados a derrocar el sistema de explotación que existe en esta tierra, por cualquier medio que sea necesario
. Y si se dan cuenta, no he utilizado esa expresión por varios meses.
Cultura, política y pan-africanismo
Sobubke Shukura, que se presentó a sí mismo como un revolucionario pan-africanista, se enfocó en la relación de Malcolm X con la cultura. Malcolm reconoció que cada pueblo tiene su propia cultura y llegó a la idea de una revolución de esa manera, dijo. Malcolm X fue capaz de convertir ideas complejas en mensajes populares y simples que el pueblo podía entender, señaló Shakura. Malcolm fue un maestro en comprender la necesidad de la unidad. Jamás olvidó la necesidad de la unidad cultural o que su cultura era la africana.
Existen limitaciones dentro del nacionalismo, dijo. Malcolm X reconoció la necesidad de la lucha de clases, añadió Shukura, señalando las explicaciones de Malcolm sobre el conflicto, en la época de la esclavitud, entre los negros de la mansión, que crecieron identificándose con los propietarios de las plantaciones, y los negros del campo, que se rebelaban contra ellos.
Shukura dijo que Malcolm X contribuyó a reintroducir la idea de lo que es una revolución, y vió la necesidad de la transformación del poder, exaltando las revoluciones en China y en Cuba.
Samuel Livingston enfatizó que Malcolm X se involucró en la lucha no solo a través de la política sino que comprendió el poder de la cultura, de la cultura y la histora afroamericanas. Malcolm alentó a los negros a que redescubrieran su propia humanidad como un camino hacia la creación del futuro.
Malcolm se volcó a la defensa de los que por todo el mundo habían sido blanco de los ataques del gobierno de Estados Unidos, dijo Livingston. También señaló que Washington había organizado el derrocamiento del gobierno electo en Irán en 1953 y el asesinato del dirigente revolucionario y primer ministro congolés Patrice Lumumba en 1961. Malcolm alabó la causa de Lumumba, dijo Livingston.
La evolución política de Malcolm X le había llevado al panafricanismo en 1964-65, concluyó Livingston. El internacionalismo fue la óptica a través del cual se expresó el panafricanismo de Malcolm. Su marxismo fue secundario.
La administración de Obama
Como moderador, Gardner le hizo a los panelistas varias preguntas, incluyendo ¿Qué influencias le permitieron a Malcolm X ligar las condiciones de afroamericanos a
los oprimidos fuera de Estados Unidos? y cómo los puntos de vista de Malcolm están relacionados a la elección y la presidencia de Barack Obama.
Malcolm X hubiera sido muy crítico de la nueva administración, respondió Livingston. Vivimos en la sede de un imperio militar, pero Obama para quien Livingston dijo haber hecho campaña no lo está enfrentando. Estados Unidos está estacionando tropas en Africa tenemos que despertarnos.
La trayectoria de Obama está aumentando la hegemonía imperial norteamericana, concluyó Livingston, diciendo que el desea que el nuevo presidente cambie su trayectoria sobre la política exterior, el cuidado médico y otros asuntos.
Clark dijo que una de la lecciones más duraderas de Malcolm X es la necesidad del pueblo trabajador de organizarse y actuar independientemente de su opresores y explotadores.
De la misma forma que fue necesario abolir la esclavitud, derrocar a la clase esclavista y la Confederación por medio de una guerra revolucionaria la Guerra Civil de Estados Unidos la lucha contra la explotación, el racismo, y otras formas de opresión hoy día requieren una revolución para derrocar a los capitalistas y poner el poder en manos de la clase trabajadora, dijo Clark.
La clase capitalista gobierna por medio de un poder estatal, con sede en Washington, y por medio de los partidos Demócrata y Republicano. Barack Obama es el jefe ejecutivo de ese estado, el poder imperialista más poderoso que existe sobre la tierra, y el comandante en jefe de sus fuerzas armadas.
Shukura dijo que Obama es el dirigente de un sistema imperialista y racista cuyo fracaso es obvio y que no puede ser reformado. Solo puede sobrevivir con la explotación del pueblo aquí y con la violación de pueblos en el exterior. Las condiciones de nuestros pueblos no han cambiado.
Una mujer en el público que había participado en el movimiento por los derechos civiles en los años 60 y que había hecho campaña a favor de la candidatura de Obama dijo que ella consideraba injusto no darle más tiempo antes de criticarlo. Hay un límite en lo que puede hacer a solas en la Casa Blanca para cambiar las cosas, dijo ella. Eso es nuestra responsabilidad.
¿Qué camino seguir?
Nathan McCall, un profesor en la Universidad de Emory, preguntó desde el público: Yo creo que escuché un desacuerdo entre Steve Clark y Sobukwe Shukura. Clark está diciendo que Malcolm X transcendió la cuestión racial y Shukura está diciendo que para Malcolm X la cuestión racial fue clave, aunque él estaba a favor de unir fuerzas. Aclaren esto por favor. Shukura respondió que Malcolm encaraba las condiciones de nuestra comunidad, donde la encrucijada de los problemas de nación, clase y género no desaparecen. El legado de la esclavitud y el colonialismo transciende las clases, y eso es cierto aún en Cuba en la actualidad. Yo no niego que Malcolm consideraba el capitalismo como un sistema de explotación. Las alianzas son necesarias, pero no se puede decir que sólo hay la cuestión de clases.
El capitalismo no es solo el enemigo de afro americanos en Estados Unidos, dijo Shukura, sino de todos los pueblos africanos.
Sí, dijo Clark, los panelistas han presentado distintos puntos de vista, pero no sobre si Malcolm o cualquier otra persona podría transcender las razas bajo el capitalismo. La raza fue una base de la esclavitud al nacer el capitalismo hace siglos y sigue siendo una forma principal de como las familias adineradas acumulan inmensas ganancias promoviendo la división del pueblo trabajador en base al color de la piel, el sexo, idioma y país de origen.
Para cambiar eso, dijo Clark, es necesario una revolución que derroque el poder estatal de la clase capitalista, algo que solo puede ser organizado y dirigido por una organización que una al pueblo trabajador de todas las razas, ambos sexos y de muchas nacionalidades. Esa revolución socialista, de por si, no puede ni logrará eliminar el racismo ni el estatus de segunda clase de la mujer.
Pero destituirá del poder a la clase que tiene un enorme interés en mantener la opresión y explotación. Pondrá el poder en manos de los oprimidos y explotados, quienes podrán usar esa poderosa herramienta para realizar la batalla continua para erradicar toda forma de explotación y opresión.
Entre los que asistieron al evento había estudiantes y profesores de la Facultad de Medicina de la Universidad Morehouse, la Universidad Tecnológica de Georgia, la Universidad de Emory y la Universidad del Estado de Georgia; personas que participan regularmente en los eventos de la Biblioteca de Investigaciones de la Avenida Auburn; trabajadores inmigrantes de México y Guatemala, incluyendo miembros de Cajola Unida en Solidaridad con Guatemala, (se hizo interpretación simultánea al español); la radioemisora WRFG; El Colectivo del Movimiento del Pueblo Negro; La Conferencia de Dirigentes Cristianos del Sur (SCLC); NAACP; Hermanos Unidos Por la Unidad; el Partido Socialista de los Trabajadores; y el All African Peoples Revolutionary Party.
Los participantes compraron una variedad de libros y folletos de una mesa de literatura, incluyendo tomos de discursos de Malcolm X publicados por Pathfinder y cinco copias de Revolución, internacionalismo y socialismo: El último año de Malcolm X por Jack Barnes, que aparece en el tomo número 8 de Nueva Internacional.
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