Vol. 73/No. 42 2 de noviembre de 2009
Los estados proveen 26 semanas de beneficios por desempleo. Más de la mitad de los que reciben estos pagos aún no tienen trabajo cuando dejan de recibirlos. En septiembre por ejemplo, una cifra récord de 5.4 millones de personas han estado sin empleo por más de seis meses.
Para muchos a los que se les han terminado los beneficios estatales, el gobierno federal ha ampliado los pagos, en algunos casos hasta por 53 semanas adicionales. Pero ahora, incluso estos se están terminando. El Congreso está discutiendo una posible prórroga de los beneficios. A la vez, el número de trabajadores que ha solicitado beneficios para desempleados por primera vez ha sobrepasado un medio millón por 48 semanas consecutivas, informó.
Según informes emitidos por la administración del presidente Obama el 15 de octubre, se han creado o salvado 30 383 empleos como resultado de los estímulos federales otorgados a negocios. Un informe de la Casa Blanca del 19 de octubre estimó que se habían salvado o creado 250 mil empleos en escuelas como resultado de subsidios federales a los estados. Cuando el paquete de estímulo económico de 787 mil millones de dólares fue aprobado por el Congreso a principios de este año, el presidente aseguró que crearía o salvaría 3.5 millones de empleos en dos años.
Los gobernantes capitalistas han invertido cientos de miles de millones de dólares para reforzar a los bancos más grandes de la nación, con la esperanza de que esto ayudaría a que fluya el préstamo nuevamente y para establecer programas que estimulen los gastos del consumidor. Pero esto no ha tenido ningún efecto en paliar la crisis económica, cuya raíz es la caída de la producción capitalista a nivel mundial. En septiembre, las fábricas en Estados Unidos operaron al 70.5 por ciento de su capacidad, más de un 10 por ciento por debajo del promedio entre 1972 y 2008.
Por primera vez en más de 30 años, el próximo año no habrá aumento por la subida del costo de vida en los pagos del Seguro Social para más de 50 millones de pensionistas, anunció el gobierno en octubre. Esta decisión se basa en cifras emitidas por el Departamento del Trabajo que afirma que los precios al consumidor bajaron en un 1.3 por ciento para el año fiscal que termina en septiembre.
Las cifras oficiales del gobierno, que esconden el verdadero impacto del aumento de precios, muestran una baja en los precios de gasolina y ciertos alimentos a finales de 2008 y principios de 2009. Sin embargo, los precios de energía subieron en agosto y septiembre. El costo anual de atención médica aumentó un 3.3 por ciento.
A pesar de los programas gubernamentales destinados a prevenir las ejecuciones hipotecarias, el número de estas ascendió a una cifra récord de 935 mil en el tercer trimestre, según un informe de RealtyTrac. Una de cada 136 casas en Estados Unidos se encuentra en proceso de ejecución hipotecaria.
Entre tanto, el gobernador del estado de Nueva York David Paterson ha propuesto una nueva ronda de recortes a cientos de programas y servicios sociales.
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