Vol. 73/No. 44      16 de noviembre de 2009

Aproximadamente mil tropas norteamericanas y un número similar de soldados israelíes están participando en las maniobras que durarán tres semanas—”un escenario en el que se despliegan fuerzas de Estados Unidos a Israel para ayudar a defender el país contra un ataque de misiles,” informó el Wall Street Journal el 23 de octubre.

Las maniobras se realizan mientras Washington y otras potencias imperialistas presionan a Teherán para que renuncie a la producción de energía atómica y acepte que se traslade su uranio al extranjero para ser enriquecido, en lugar de seguir procesándolo en instalaciones iraníes. El gobierno de EE.UU. acusó a Teherán de desarrollar energía nuclear con el fin de fabricar una bomba nuclear, lo cual requiere uranio altamente enriquecido. Teherán ha respondido diciendo que su programa nuclear se usará solo para la energía con fines pacíficos.

Tel Aviv ha amenazado repetidamente con atacar las instalaciones nucleares de Irán con ataques aéreos. Israel es el único país del Medio Oriente que posee armas nucleares.

El ejercicio “Juniper Cobra” se lleva a cabo para probar el funcionamiento del sistema antibalístico israelí Arrow II con los sistemas de Washington, informó Reuters. Además busca establecer “procedimientos para que el gobierno de Estados Unidos pueda acrecentar las fuerzas israelíes en caso de emergencia”. Este es el quinto ejercicio Juniper Cobra que se realiza desde 2001.

El ejército israelí dijo que el ejercicio “no es en respuesta a los acontecimientos del mundo.” Sin embargo, Radio Israel citó de forma anónima a un comandante israelí que dijo que las maniobras eran “para prepararse para un Irán con armas nucleares”. La agencia de noticias israelí JTA dijo que el ejercicio “simulará ataques a Israel con misiles de largo alcance lanzados desde Irán, Siria y Líbano.”

En septiembre, Teherán probó misiles Shabab-3, con un alcance de 1 200 millas, suficiente para atacar a Israel y algunas bases militares norteamericanas en el Oriente Medio.

El Stars and Stripes informó el 23 de octubre que el ejercicio pone a prueba “algunas de las armas más sofisticadas del Ejército de EE.UU.” Allí Washington desplegará misiles Patriot, el sistema de defensa antimisil a gran altura THAAD, sistemas navales Aegis, y el sistema radar X-Band, que Washington instaló en 2008 en la Base Aérea Nevatim al sureste de Beer-Sheba, Israel.. El despliegue también instalará permanentemente a 120 militares norteamericanos estableciendo así la primera presencia militar permanente de Estados Unidos en Israel.

El sistema de radar, que supuestamente permite detección rápida cuando los misiles son lanzados de hasta 1 500 millas de distancia, recibe la información desde la estación conjunta de tierra de Estados Unidos. Esa información la transmite al mismo tiempo al Sistema de defensa antimisil Arrow de Israel. La revista Time escribió en octubre de 2008 que “Israel no tendrá acceso directo a la información recogida por el radar… . Los estadounidenses sólo alimentarán la información de segunda mano, y solo cuando los israelíes necesiten saberla, a menos que el radar detecte un ataque inmediato y directo a Israel, según afirman fuentes israelíes”.

Mientras tanto, Moscú confirmó que todavía no ha aprobado la solicitud de Irán de misiles S-300, que haría las instalaciones nucleares iraníes mucho menos vulnerables a los ataques aéreos israelíes. La agencia de noticias rusa Interfax citó una fuente anónima del gobierno ruso que afirma que el trato fue congelado. “Mucho depende de una serie de circunstancias políticas,” dijo el funcionario, “ya que este contrato ha dejado de ser simplemente un acuerdo comercial”. Washington y Tel Aviv han presionado a Moscú para que no venda las armas a Irán.
 
 
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