Vol. 73/No. 45      23 de noviembre de 2009

No se disputa que Corea del Sur inició el ataque. El primer ministro surcoreano Chung Un-chan, dijo a la cadena de televisión de Corea del Sur, YTN, que el barco norcoreano había violado sin intención las aguas surcoreanas. La marina surcoreana disparó salvas de advertencia. Cuando el barco norcoreano devolvió el fuego fue atacado directamente por los barcos surcoreanos, según un comunicado del ejército de Corea del Sur.

Un comunicado del ejército de Corea del Norte declaraba que su barco patrulla fue atacado después de que fuera ordenado entrar en las aguas surcoreanas para investigar un objeto desconocido cerca del lado de Corea del Norte. El comunicado decía que el bote norcoreano fue atacado cuando regresaba a Corea del Norte.

El principal diario de Seul, el Chosun Ilbo, informó que se pensaba que un oficial de la marina norcoreana había muerto y tres marineros habían sido heridos. En un comunicado militar, Corea del Sur dijo que no podía confirmar las bajas norcoreanas.

Viajando con el presidente Barack Obama abordo del Air Force One, Robert Gibbs, portavoz de la Casa Blanca, culpó al gobierno norcoreano del incidente. Mientras tanto, el gobierno surcoreano ha puesto la totalidad de sus fuerzas armadas, 680 mil efectivos, en estado de alerta, a pesar de que no había señales de movimientos de tropas norcoreanas fuera de lo normal, según el ejército surcoreano. El ejército norteamericano, el cual mantiene una fuerza acuartelada de unos 28 500 efectivos estacionada en Corea del Sur, se ha negado a comentar si también han puesto a sus fuerzas en estado de alerta. David Oten, portavoz del ejército de Estados Unidos en Seul dijo que no podía comentar sobre cuestiones operativas o de seguridad, informó la Prensa Asociada.

Al final de la segunda guerra mundial, Washington impuso la partición de Corea la cual ha sido mantenida por la fuerza durante seis décadas. La administración demócrata del presidente Harry Truman organizó la invasión imperialista de Corea en 1950. Los invasores norteamericanos utilizaron a los cascos azules de la OTAN como cubierta. Tras su derrota en esa guerra el gobierno de Estados Unidos firmó un acuerdo de alto el fuego, pero ha rechazado numerosas veces los ofrecimientos de un acuerdo de paz por parte de Corea del Norte.  
 
 
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