Vol. 74/No. 4 1 de febrero de 2010
El puñado de equipos de rescate enviados concentraron sus esfuerzos en las embajadas, oficinas gubernamentales, hoteles y vecindarios de los ricos, mientras dejaron perecer a miles de personas atrapadas en fábricas y barrios obreros. Muchos médicos esperaron días en el aeropuerto, cuando cada minuto era valioso.
Muchos trabajadores haitianos se organizaron para hacer lo que Washington y los grupos de ayuda internacional no hicieron: utilizaron lo que pudieron para desenterrar a sobrevivientes, llevarlos a hospitales y encontrar comida para alimentar a la gente.
Para los gobernantes norteamericanos, el fortalecimiento de patrullas en aguas haitianas para evitar que los trabajadores salgan de la isla es más importante que dar atención médica y comida a los que las necesitan.
La prensa capitalista y los funcionarios del gobierno norteamericano culpan al pueblo haitiano por el desastre social que ha ocurrido tras el terremoto. Señalan al colapso total del gobierno e instituciones haitianas y caracterizan a los haitianos como saqueadores.
El imperialismo norteamericano y el francés han saqueado los recursos haitianos por décadas. Tropas norteamericanas ocuparon a Haití de 1915 a 1934, y Washington apoyó a la brutal dictadura de los Duvalier desde 1956 a 1986; hasta que fue derrocada por un levantamiento popular. En los años 90, Washington obligó al gobierno haitiano a eliminar los aranceles sobre las importaciones de pollo y arroz, causando que miles de trabajadores y campesinos perdieran sus empleos y tierras mientras los capitalistas norteamericanos ganaban millones de dólares.
En cambio, cientos de voluntarios cubanos en Haití, junto a haitianos entrenados en escuelas de medicina en Cuba, han proporcionado atención médica inmediata a los heridos. La solidaridad e internacionalismo proletario demostrados por las brigadas dirigidas por los cubanos, que han atendido a miles de personas, ponen al descubierto los pretextos interesados de Washington sobre las dificultades para llevar ayuda a los necesitados.
¡Transporten de inmediato a los necesitados de atención médica urgente a hospitales norteamericanos! ¡Proporcionen ayuda masiva para la reconstrucción de Haití, sin condiciones! ¡Cancelen la deuda externa de Haití! ¡Abrir las puertas a los haitianos que deseen venir a Estados Unidos! Los trabajadores de todo el mundo deben plantear estas reivindicaciones a Washington y a otros gobiernos imperialistas.
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