Vol. 74/No. 7 22 de febrero de 2010
La estrategia de Washington incluye asesinar a algunos dirigentes del Taliban y ofrecer reintegrar a otros, a la vez que fortalecer el ejército afgano para que sea el ejecutor principal de los combates.
Washington también está intensificando su guerra en Pakistán, aumentando los ataques de aviones sin tripulación dirigidos desde bases en Estados Unidos. Hacen que llueva muerte y destrucción desde 3 mil metros en el aire, evitando así la perdida de vidas norteamericanas.
La guerra dirigida por Washington en la región, la cual ya ha durado más que la participación norteamericana en la Segunda Guerra Mundial, sigue expandiéndose. Los partidos Demócrata y Republicano apoyan por igual el esfuerzo bélico.
Mientras que intensifica las guerras en el exterior, el gobierno norteamericano también se prepara para los disturbios civiles internos. Eso es parte de lo que está implicado en el Informe Cuatrienal de Defensa 2010 del Pentágono. Defender Estados Unidos y apoyar a las autoridades civiles en asuntos internos fue citado como la primera prioridad militar estadounidense.
La clase gobernante de Estados Unidos sabe que aumentará la resistencia a medida que obliga a la clase obrera aquí y en otros países a pagar por la crisis económica del capitalismo. Llegará a ser más claro para el pueblo trabajador en los países imperialistas que sus intereses no son los mismos que los de los capitalistas guerreristas sino que son los mismos que los de los trabajadores del mundo.
El pueblo trabajador necesita exigir la retirada inmediata e incondicional de todas las tropas norteamericanas y las fuerzas aliadas, de Afganistán, Pakistán, Iraq y donde sea que se encuentren.
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