Vol. 74/No. 15      19 de abril de 2010

Washington está trasladando a miles de soldados y una tercera parte de su equipo de Iraq a Afganistán. Actualmente se encuentran apostados 97 mil soldados norteamericanos en Iraq.

El plan es de incrementar las fuerzas norteamericanas en Afganistán de unos 75 mil a cerca de 98 mil soldados en agosto, al mismo tiempo que los comandantes norteamericanos esperan completar la “fase de limpieza” inicial de operaciones militares en la Provincia de Kandahar, que está programada a empezar en junio.

Como preparación para la ofensiva, fuerzas especiales norteamericanas y espías de la CIA han capturado y asesinado a dirigentes del Talibán en la provincia, informó Steve Coll en el New Yorker.

Además de las tropas norteamericanas, 41 gobiernos tienen 38 900 soldados en Afganistán, de los cuales 31 mil provienen del Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Canadá, Polonia, Holanda, Turquía, Australia y España.

Mientras tanto, el gobierno pakistaní lanzó una ofensiva militar el 23 de marzo en la región tribal de Orakzai, donde según informes muchos combatientes del Talibán y aliados de al-Qaeda han huido durante las operaciones en otras partes de las áreas tribales. Autoridades pakistaníes dicen que han matado a más de 200 talibanes en los primeros ocho días.

La ofensiva está siendo llevada a cabo por una división de 45 mil tropas de los Cuerpos Fronterizos, una fuerza paramilitar que recluta de las áreas tribales pashtun de Pakistán y combate en las regiones occidentales en la frontera con Afganistán e Irán.

El Mayor General Tariq Khan, el comandante de los Cuerpos Fronterizos, dijo que la fase inicial de “limpieza” duraría unos dos meses. Suministrados con armas por Washington, las tropas pakistaníes han dependido fuertemente en ataques aéreos y de artillería para “evitar bajas de nuestras tropas”, un método que ha resultado en una gran cantidad de víctimas entre civiles.

Después de “limpiar” las dos regiones, Khan dijo que pondrán más “botas en el terreno” para peinar la región tribal casa por casa. Siguiendo la estrategia de “contrainsurgencia” de Washington, el gobierno pakistaní busca obtener 1 mil millones de dólares en ayuda para reparar y desarrollar el área para ganar apoyo para el gobierno y su lucha contra el Talibán.

Como ha sucedido en operaciones anteriores, la población local queda atrapada entre el fuego cruzado. El diario News de Pakistán informó el 31 de marzo que según fuentes locales el Talibán en Orakzai ha destruido una clínica de salud, dos escuelas públicas y 15 casas de partidarios del gobierno. Las fuentes también describieron cómo los Cuerpos Fronterizos bombardearon dos casas, en donde más de la mitad de los que murieron eran mujeres.

Más del 30 por ciento de la población de Orzakai de 450 mil han sido desplazados a consecuencia de la ofensiva. Hasta el 2 de abril la ONU ha contado unos 198 mil, que huyeron al este de Orakzai y de la aledaña Kurram hacia los distritos Hangu y Kurram, fuera de las áreas Tribales bajo Administración Federal. El número aumenta a razón de 800 familias (unos 4 500 individuos) cada día.

En el pasado, Waziristán del Norte no ha sido un enfoque de las operaciones de las fuerzas armadas pakistaníes. Es una base de operaciones de la red Haqqani, un adversario importante de Washington en la guerra de Afganistán y por mucho tiempo un “baluarte estratégico” de Islamabad. También es la base de una facción del Talibán pakistaní encabezada por Hafiz Gul Bahadur, otro enemigo de Washington. El gobierno pakistaní mantuvo un acuerdo de paz con Gul Bahadur durante sus operaciones en Waziristán del Sur el año pasado.

Todos los bombardeos norteamericanos con aviones teledirigidos en Pakistán este año han tenido como objetivo desestabilizar a estos dos grupos en Waziristán del Norte, mientras las fuerzas pakistaníes han atacado a los grupos islamistas opuestos al gobierno en las áreas aledañas.  
 
 
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