Vol. 74/No. 20 24 de mayo de 2010
Las acciones comenzaron el 7 de mayo, después de que se anunciara que las negociaciones se suspendieron por segunda vez. Los trabajadores salieron en huelga el 13 de julio. Los huelguistas rechazan las concesiones que exige la compañía en relación a pensiones, bonos, derechos de antigüedad y el uso de subcontratistas. El sindicato exige que la compañía reponga en sus empleos a por lo menos nueve activistas sindicales falsamente acusados de amenazar a esquiroles y a guardias de seguridad.
En entrevistas telefónicas, los huelguistas dijeron que muchos camioneros se rehusaron a cruzar por medio de las protestas para entrar a la mina y a la fábrica y que mucha gente pitaba las bocinas de sus carros en señal de solidaridad. Funcionarios de Vale Inco lograron que el tribunal dictaminara que los manifestantes tenían que dispersarse.
Los huelguistas de la fábrica Clarabelle informan que la policía leyó la orden en voz alta el 11 de mayo. Más de cien manifestantes entrelazaron sus brazos, y comenzaron a cantar el himno Solidaridad para siempre. La policía se retiró.
Los abogados de Vale Inco regresaron a la corte y consiguieron una orden para sacar a los manifestantes.
J.S. Laurin, un minero jubilado participó en la protesta frente a la fábrica Clarabelle. Dijo al Militante que el 12 de mayo, el director del distrito 6 del sindicato del acero USW Wayne Fraser y el presidente del Local 6500 John Fera visitaron la protesta y pidieron a los huelguistas que la terminaran.
Explicaron que la Junta de Relaciones Laborales había acordado tener una audiencia el 14 de mayo sobre la solicitud del USW de que se revise el caso de los nueve activistas sindicales despedidos.
Audiencias sobre la queja del USW de que la Vale Inco ha negociado de mala fe no están programadas sino hasta junio. Aceptamos terminar la protesta dijo Laurin.
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