Vol. 74/No. 34 6 de septiembre de 2010
Davis, un negro de 41 años, fue encontrado culpable en 1991 de la muerte en 1989 de Mark MacPhail, un policía blanco en Savannah, Georgia. Davis ha mantenido durante los 19 años que ha estado en el pabellón de la muerte que es inocente, y ha estado luchando por un nuevo juicio. No se presentó en el juicio evidencia de DNA, u otra evidencia física, que lo ligue al asesinato.
El estado ha intentado ejecutar a Davis tres veces. Una campaña internacional en su defensa logró en las tres ocasiones que se suspendiera la ejecución. Frente a la presión de las protestas mundiales en contra del caso amañado, la Corte Suprema de Estados Unidos dictaminó en agosto de 2009 que un juez revisara la evidencia. Esta fue la primera vez en 50 años que el Tribunal Supremo había emitido una orden de este tipo.
El juez de distrito William Moore presidió una audiencia especial el 23 y 24 de junio. Durante la audiencia cuatro testigos admitieron que habían mentido cuando implicaron a Davis durante el juicio y que no sabían quién disparó contra MacPhail. Cuatro testigos implicaron a otro hombre en la muerte del policía, y tres de los testigos originales del estado describieron la coacción policíaca a la que fueron sujetos durante su interrogatorio, informó WSAV-TV en Savannah.
Dos meses después el juez anunció su decisión. Ejecutar a una persona inocente violaría la octava enmienda de la Constitución norteamericana, dijo Moore. Sin embargo, Davis no es inocente. El juez alegó que aunque la nueva evidencia arroja una pequeña duda adicional sobre el fallo de culpabilidad, en gran parte es un truco de magia.
Los abogados de Davis dicen que apelarán la decisión del tribunal. Seguiremos luchando, dijo a la prensa Martina Correia, la hermana de Davis.
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