Vol. 74/No. 36 27 de septiembre de 2010
Los Cinco Cubanos fueron detenidos en Miami en 1998 después de que agentes del FBI irrumpieron varias veces en sus domicilios, se apoderaron de sus objetos personales y realizaron grabaciones de sus conversaciones telefónicas. Su crimen fue vigilar las actividades de grupos cubano-americanos derechistas que han realizado ataques violentos contra Cuba con la bendición de Washington.
Aunque Washington los presenta como espías, la fiscalía nunca presentó ni una sola prueba de que ellos habían obtenido ni siquiera una página de información clasificada. Los cinco fueron encarcelados sin derecho a fianza, y luego tuvieron que soportar 17 meses de confinamiento solitario, antes de que comenzara su juicio. Olga Salanueva, la esposa de René González, fue detenida y deportada en un intento de forzarlo a confesar. Desde entonces, Washington le ha negado visas a Salanueva y a Adriana Pérez, la esposa de Gerardo Hernández, para que visiten a sus esposos.
En el juicio de los Cinco Cubanos en 2001 el gobierno norteamericano introdujo pruebas que la defensa no pudo examinar, porque no le dieron permiso de hacerlo. El juez rechazó la petición de la defensa para trasladar el juicio fuera de Miami, donde hay un historial de cooperación entre el gobierno y grupos derechistas cubano-americanos que buscan intimidar a cualquiera que no comparte su punto de vista. Durante el juicio, los fiscales dijeron al jurado que estarían abandonado a sus comunidades si no encuentran culpables a los espías cubanos enviados a destruir a Estados Unidos.
Antonio Guerrero y Ramón Labañino recibieron cadena perpetua y Hernández, condenado del cargo falso adicional de conspiración para cometer homicidio recibió una doble cadena perpetua más 15 años. La campaña internacional contra estas penas escandalosas finalmente consiguió que se redujeran las penas para Guerrero, Labañino, y Fernando González, pero no para Hernández.
Los Cinco Cubanos continúan firmes frente a los esfuerzos de Washington de quebrarlos. Siguen hablando desde sus celdas contra la injusticia y la explotación, sirviendo de ejemplo para los luchadores revolucionarios. Para el pueblo trabajador hay mucho en juego en que se conozcan los hechos de este caso y en unirse a la lucha para lograr su libertad.
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