Vol. 74/No. 45      29 de noviembre de 2010

Militante/Lisa Rottach

Trabajadores de molino de granos que enfrentan cierre patronal marchan el 13 de noviembre en contra de intento de la empresa de imponer un contrato antisindical en Keokuk, Iowa.

Entre los manifestantes en apoyo de los despedidos del Local 48G del sindicato de trabajadores de procesadores de alimentos (BCTGM) se encontraban sindicalistas del acero, empleados del distrito escolar y empacadores de carne. Dueños y empleados de tiendas saludaron a los manifestantes, mientras que los que iban en coches hacían sonar sus bocinas.

“Despertaron a un gigante que estaba durmiendo”, dijo Wade Kehler, uno de los trabajadores despedidos. “Ya es hora de que los sindicatos se ayuden unos a otros. Lo que nos pase tiene un impacto directo en otros contratos. La comunidad nos apoya. Cuando uno se enfrenta a una gran entidad como la Roquette, se necesita gente”.

En septiembre, los trabajadores de Roquette rechazaron por una abrumadora mayoría la propuesta de contrato de última hora de la empresa, que muchos aquí caracterizaron como un contrato para quebrar al sindicato. El contrato ofrecido hubiera dado a la compañía la capacidad de socavar los derechos de antigüedad, contratar trabajadores temporales, rebajar los salarios de los nuevos empleados y alzar las cuotas del seguro médico. A pesar de que se han entablado negociaciones desde el comienzo del cierre patronal, la compañía no ha cambiado su oferta “final”.

La marcha de 350 personas en un día frío y lluvioso fue uno de los muchos ejemplos de solidaridad. Varias personalidades religiosas de la zona han lanzado una campaña para recaudar alimentos para los trabajadores sindicalizados, a la que llaman “Manos para ayudar a las comunidades”, con el objetivo de colectar 10 mil dólares para abastecer a los necesitados con comida y artículos personales. Muchas contribuciones de dinero, alimentos y leña para los piquetes han llegado tanto de sindicatos como de individuos.

“Estamos luchando para que no se reduzcan los salarios de los nuevos empleados. Es por nuestros hijos y nietos”, dijo Greg Milligan, miembro del Local 48G.

Scott Hanson, un miembro del Local 617 del sindicato de la alimentación UFCW en la empresa Pinnacle Foods, vino a la manifestación con otros 20 miembros de su local. “Si esto puede pasarles a ellos, podría pasarnos a cualquier de nosotros”, dijo. “Nuestro contrato vence en dos años”. Los trabajadores de Pinnacle organizaron una rifa para apoyar al Local 48G.

Esta semana la solidaridad también llegó a los trabajadores despedidos desde el otro lado del Atlántico. Dirigentes del sindicato que representa a los trabajadores de Roquette en Francia, sede de la empresa, enviaron cartas de apoyo.

“La FGA-CFDT condena enérgicamente el cierre patronal decidido por la gerencia”, escribió Bruno Vanonni, secretario nacional del sindicato de trabajadores procesadores de alimentos en Francia. En una carta separada, Francis Courbois, representante de la Confederación Democrática Sindical Francesa (CFDT), escribió, “Apoyamos a nuestros compañeros americanos y no vacilaremos en ayudarlos de cualquier manera legal”.

Una venta de pasteles después de la marcha recaudó 450 dólares. Los manifestantes fueron invitados a participar en un asado y un concierto a beneficio de los despedidos unos días más tarde. Mensajes de apoyo y contribuciones pueden ser enviados a: BCTGM Local 48G, 301 Blondeau Street, Keokuk, Iowa, 52632; o a través del internet a: bctgm48g@qwestoffice.net. Teléfono: (319) 524-1249. Fax: (319) 524-1751.

Alyson Kennedy contribuyó a este artículo.  
 
 
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