Vol. 74/No. 46      6 de diciembre de 2010

Las nuevas medidas económicas se centran en aumentar la productividad del trabajo, reducir la dependencia en las importaciones, especialmente las de alimentos y reducir el despilfarro y la ineficiencia. Los cambios incluyen una reducción sustancial de los empleados públicos, un mayor énfasis en la producción agrícola y normas más flexibles en el empleo por cuenta propia.

Informes en los medios de comunicación capitalista —como resultado de una combinación de ignorancia, ilusiones y deliberada tergiversación— han presentado las medidas como prueba de que Cuba comienza a dirigirse hacia la restauración capitalista. Al mismo tiempo, estos artículos a menudo se lamentan de los límites estrictos y el enfoque mesurado hacia los cambios.

En un discurso el primero de agosto ante la Asamblea Nacional de Cuba, Castro señaló que estas agencias de noticias y “autotitulados analistas tergiversan nuestra realidad”. Se equivocan, dijo, si piensan que el gobierno cubano está aplicando “recetas capitalistas”.

“Si nos elogiaran, entonces sí tendríamos motivos para preocuparnos”, agregó Castro.

El corazón de las medidas es la “reducción de las planillas considerablemente abultadas en el sector estatal”, dijo. “Hay que borrar para siempre la noción de que Cuba es el único país del mundo donde se puede vivir sin trabajar”.

Al exponer las nuevas medidas y su importancia, Castro recordó al congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) en abril, que Cuba sufrió una caída del 35 por ciento en su producto interno bruto y un recorte del 85 por ciento de su comercio exterior en la década de 1990 como resultado del colapso de la Unión Soviética. Además, el draconiano bloqueo que Washington ha impuesto contra Cuba por 50 años, y cuyo objetivo es socavar la revolución, sigue tan fuerte como siempre. La crisis económica en todo el mundo capitalista ha exacerbado los problemas y las dificultades que enfrenta la revolución.

“Sin una economía sólida y dinámica, sin eliminar gastos superfluos y el derroche, no se podrá avanzar en la elevación del nivel de vida de la población, ni será posible mantener y mejorar los elevados niveles alcanzados en la educación y la salud que gratuitamente se garantizan a todos los ciudadanos” dijo Castro a la UJC.  
 
Se necesita una agricultura eficiente
“Sin una agricultura fuerte y eficiente que podemos desarrollar con los recursos de que disponemos”, añadió, “no podemos aspirar a sostener y elevar la alimentación de la población, que tanto depende todavía de importar productos que pueden cultivarse en Cuba”.

El 13 de septiembre la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) anunció que el gobierno contempla reducir 500 mil puestos de la fuerza de trabajo en los ministerios y empresas estatales para mediados de 2011.

Esta reestructuración es una parte clave del esfuerzo para “elevar la producción y la calidad de los servicios, reducir los abultados gastos sociales y eliminar gratuidades indebidas, subsidios excesivos”, dijo la CTC.

En la reunión de la dirección de la CTC el presidente cubano señaló que actualmente hay más trabajadores en empleos de servicios que en la producción de bienes y esto debe ser revertido.

En una entrevista publicada el 3 de noviembre en la revista mensual del Partido Comunista de Sudáfrica, Umsebenzi, Oscar Martínez, vicejefe del Departamento de Relaciones Internacionales del Partido Comunista de Cuba, dijo, “Estamos dando tierra a la gente y ayudándoles a hacer un uso productivo de ella”.

“No estamos poniendo a la gente en la calle”, dijo Martínez. “Les estamos dirigiendo a otras áreas de trabajo vitales para la economía, principalmente la producción de alimentos”.

También se están ampliando las oportunidades de empleo por cuenta propia. La solicitud de licencia más popular bajo las nuevas regulaciones ha sido la preparación y la venta de alimentos. El gobierno espera que el número de trabajadores a cuenta propia y de pequeños negocios crecerá de los actuales 144 mil a 250 mil, incrementando los impuestos que se pagan al estado.

Para defender las medidas y explicarlas, la clase obrera tiene que tener conocimientos y estar convencida de su importancia para la subsistencia de la Revolución, de otra manera iremos al precipicio, dijo Castro a la CTC según informa Granma.

La única forma de romper con los dogmas, malos hábitos y tabúes, dijo Castro, es con la participación de la clase obrera al frente, junto con los campesinos y el resto del pueblo.

Según Trabajadores, de las 85 mil asambleas en puestos de trabajo previstas para discutir las medidas y considerar las propuestas de los trabajadores, para mediados de octubre ya habían tenido lugar cerca de 60 mil.  
 
Escépticos dudaban que se lograría
Ulises Rosales del Toro, miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba, dijo a principios de octubre que unos 100 mil cubanos han comenzado recientemente a trabajar en la agricultura, cuando “algunos escépticos pensaban que no podría lograrse”, informó el diario Juventud Rebelde. Entre los nuevos agricultores hay 30 mil jóvenes. En julio de 2008 la Asamblea Nacional aprobó una ley que permite a los cubanos solicitar para cultivar tierras ociosas.

“Un total de 57 municipios del país se han unido al esfuerzo para aumentar la producción de alimentos a través del Programa de Agricultura Suburbana”, informó el diario Juventud Rebelde el 5 de octubre. El programa promueve la agricultura y la ganadería en las afueras de pueblos y ciudades.

Estos esfuerzos se basan en el programa de agricultura urbana ya existente. Un artículo en Bohemia el 22 de septiembre señala que en La Habana, capital de Cuba, existen 91 cooperativas agrícolas, 418 huertos, 179 organopónicos, 5 661 parcelas pequeñas, 28 viveros y 80 mil patios con frutas o verduras.  
 
 
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