Vol. 75/No. 5 7 de febrero de 2011
Rafael Morataya/SEIU |
Protesta el 20 de enero frente al restaurante Chipotle en Minneapolis. |
Chipotle comenzó a despedir a los trabajadores el 9 de diciembre, diciéndoles que la documentación que habían presentado a la compañía no era suficiente para demostrar su elegibilidad para trabajar y que ese sería su último día. La compañía dijo que había sido objeto de una investigación por parte de la agencia de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), la cual había suministrado a la empresa con una lista de trabajadores cuyos papeles tenían que ser comprobados, y que no tenía más alternativa que despedir a los trabajadores.
Ni ICE ni Chipotle dijeron cuántos trabajadores fueron despedidos, pero según el Minneapolis Star Tribune, fue un número considerable de los 1 200 empleados en sus 50 restaurantes en Minnesota.
Siete de nosotros nos reunimos en un restaurante después de los primeros despedidos, dijo Alejandro Palacios, uno de los trabajadores despedidos, al Militante. Comenzamos a hablar sobre lo que podíamos hacer y formulamos nuestras demandas a la compañía.
Muchos de nosotros no recibimos nuestros salarios atrasados completos. Muchos de los trabajadores no fueron pagados por el tiempo de vacaciones acumulado. Ningunos de nosotros recibimos una porción del aguinaldo que íbamos a recibir un par de semanas más tarde, dijo Palacios.
Muchos de nosotros llevábamos más de cinco años trabajando en Chipotle. Nos no dieron tiempo para demostrar nuestra elegibilidad para trabajar, aunque en algunos casos similares se ha dado tres meses a los trabajadores para poner sus papeles en orden.
Las demandas principales de los trabajadores despedidos incluyen el pago completo del dinero que se les debe y tiempo para demostrar su elegibilidad para trabajar. Decidimos comenzar a llamar a nuestros compañeros de trabajo y amigos, dijo Palacios. Los despidos continuaron durante los días de fiesta y posteriormente. Nuestras reuniones crecieron.
La compañía se negó a hablar directamente con los representantes de los trabajadores despedidos. La compañía dijo que no éramos una entidad legal. Eramos legales cuando hacíamos burritos para Chipotle pero no somos legales cuando queremos el dinero que se nos debe, dijo Palacios. Entonces pedimos al Local 26 del sindicato de trabajadores de servicios SEIU que nos representara ante la compañía. Estuvieron de acuerdo.
La manifestación del 20 de enero fue auspiciada por el Local 26 y la Coalición por Acción pro Derechos de los Inmigrantes de Minnesota. Seguimos reuniéndonos cada semana y vamos a continuar luchando, dijo Palacios.
Con su sede en Denver, Chipotle es una cadena de más de mil restaurantes en Estados Unidos que se especializa en comida mexicana. Se presenta como una compañía con conciencia social que utiliza ingredientes orgánicos y carne de vaca criada naturalmente, sirviendo comida con integridad.
Durante el año pasado, ICE ha revisado los expedientes de más de 2 200 compañías, por encima de las 1 400 en 2009. El mismo día de la manifestación, ICE anunció la apertura de un centro de inspección para el cumplimiento de empleados en Crystal City, Virginia, para apresurar las investigaciones de las empresas por todo el país.
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