Vol. 75/No. 9      7 de marzo de 2011

Más de 70 mil personas participaron, coronando una semana de protestas callejeras diarias.

Las protestas obreras son una respuesta a las propuestas del nuevo gobernador Walker de quitarle a los trabajadores públicos el derecho de negociar beneficios y condiciones de trabajo con el gobierno. El proyecto del gobernador para reducir el déficit presupuestal solo permitiría a los sindicatos de trabajadores públicos pedir aumentos salariales; al mismo tiempo, habrá un limite para futuros aumentos dependiendo de la tasa oficial de inflación, a menos que se especifique una alternativa a través de un referéndum.

Los trabajadores estatales tendrían que pagar más por sus pensiones y seguro médico, lo que equivaldría a un recorte salarial de un 8 por ciento. El proyecto de ley también requiere que los trabajadores públicos realicen una elección sindical anual, prohíbe a los empleadores colectar las cuotas sindicales y eliminaría la obligación de que todo trabajador cubierto por un convenio colectivo debe pagar la cuota sindical. La policía y los bomberos están excluidos de las provisiones de la propuesta de ley.

Se ha atrasado la votación sobre las propuestas de Walker debido a que los legisladores del Partido Demócrata se han ausentado de las sesiones. El gobernador necesita que por lo menos uno de los 14 legisladores demócratas este presente para que haya quórum de la legislatura.

Walker dice que “en realidad no hay mucho que negociar” debido al déficit estatal de 3.6 mil millones de dólares previsto para los próximos dos años. Todo el mundo tiene que sacrificarse, según el gobernador.

Los trabajadores y otros que se están manifestando en la capital estatal de Wisconsin señalan la necesidad de la solidaridad para poder enfrentar los ataques contra los sindicatos. Carl Adset, un obrero de una planta de energía y miembro del Local 601 del sindicato Steamfitters, vino a la protesta con un grupo de compañeros de trabajo. “Estamos aquí porque van a hacer lo mismo contra nosotros. Tenemos que apoyarnos mutuamente”.

Mientras muchos trabajadores expresaron su indignación contra las demandas gubernamentales que obligan a los trabajadores a cargar el peso de la crisis económica, algunos funcionarios sindicales se han apresurado a aceptar que se necesitan concesiones. “Hemos dejado bien claro —y vuelvo a decirlo hoy— que no se están negociando cuestiones de dinero”, dijo Mary Bell, la presidenta del Wisconsin Education Association Council. “Los empleados públicos han aceptado las concesiones en pensiones y atención médica del gobernador Walker”.

Funcionarios sindicales dijeron que el ataque contra los derechos de negociación colectiva es el problema principal con las propuestas del gobernador.

Al aceptar los recortes salariales, la cúpula sindical refleja la posición de legisladores del Partido Demócrata que hicieron patente que están a favor de las propuestas del gobernador de aumentar sustancialmente lo que pagan los trabajadores públicos por su seguro médico y sus pensiones.

El 19 de febrero, por primera vez desde que comenzaron las protestas, hubo una contraprotesta de unas mil personas en apoyo del proyecto de ley del gobernador organizada por el partido del Té y un grupo que se llama Americans for Prosperity [norteamericanos por la prosperidad]. Llevaban pancartas que decían, “Trabajadores apoyan a Walker”, “Deje de chupar como una sanguijuela y empiece a enseñar”, y “Todos hacemos sacrificios”.

Hubo protestas sindicales la semana pasado en Ohio, donde otro gobernador republicano, John Kasich, ha intentado quitarle los derechos de negociación colectiva a los sindicatos de trabajadores públicos.
 
 
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