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Vol. 75/No. 24      4 de julio de 2011

 
Gobernantes crean desastre
a trabajadores en Grecia
(artículo principal)
 
POR GEORGES MEHRABIAN  
ATENAS, Grecia —Por segundo año consecutivo los capitalistas griegos y sus contrapartes en Europa están exigiendo al pueblo trabajador que acepte recortes salariales sustanciales, desempleo masivo y nuevos ataques contra las pensiones para impedir el incumplimiento del pago de la deuda griega y garantizar que los bancos griegos y extranjeros cobren sus intereses.

El año pasado Atenas consiguió un préstamo de 110 mil millones de euros (1 euro es equivalente a 1.43 dólares norteamericanos) del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Central Europeo que evitó el inminente incumplimiento de su deuda. Estaba programado que la última entrega de 12 mil millones de euros se realizaría en julio de este año.

Inicialmente los últimos prestamos fueron detenidos cuando la canciller alemana Angela Merkel insistió que los bancos que poseen bonos griegos acepten pérdidas y establezcan un nuevo calendario para el pago de la deuda griega. Poco después abandonó esa condición, pero una reunión de los ministros de economía de la zona europea, anunció el 20 de junio que los 12 mil millones de euros no serán entregados hasta que el parlamento griego apruebe una nueva ola de recortes.

Atenas también necesitará más préstamos de la Unión Europea y del FMI equivalentes en valor al paquete de rescate del año pasado para evitar caer en el incumplimiento de pagos en 2012 y 2013. En la actualidad la deuda pública de Atenas a las instituciones griegas y extranjeras llega al 153 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). La calificación de crédito de Grecia fue degradada a CCC, la más baja del mundo, por la compañía financiera Standard & Poor’s.

Las medidas de austeridad que Atenas ya ha tomado han causado una contracción sustancial de la economía del país. Se anticipa que el PIB bajará en un 4 por ciento en 2011. La producción de cemento ha bajado en un 60 por ciento desde 2006. La producción de acero ha bajado más del 80 por ciento en los dos últimos años. La tasa oficial de desempleo llegó al 16 por ciento en la primera parte de 2011. El desempleo juvenil llega al 40 por ciento.

El gabinete griego presentó al parlamento un plan de austeridad de 5 años el 9 de junio que comprendía el despido de 150 mil trabajadores, cambios de las normas de trabajo, horarios y salarios, y el recorte de pensiones y compensación por desempleo.

“Mis padres trabajan en el sector público”, dijo Martha Pissanou, técnica de laboratorio de 24 años, en una entrevista con el Militante. “Mi madre es enfermera de quirófano y mi padre hace extinguidores de incendios en una compañía estatal”. El año pasado sus ingresos combinados bajaron de 39 mil a 34 mil euros. Ahora con las muevas medidas de austeridad bajarán a 29 mil. “¿Cómo se supone que nos va a alcanzar?” preguntó. “No es justo echar la culpa por la crisis a los trabajadores del sector público”.

El 15 de junio decenas de miles de trabajadores, muchos de diferentes empresas estatales se manifestaron ante el parlamento griego en la Plaza Syntagma como parte de la huelga general de 24 horas convocada por las federaciones sindicales.

Miles también estaban en la plaza de la “protesta de los ciudadanos indignados”. Estos manifestantes, en su mayoría de clase media, entre ellos muchos jóvenes desempleados, han organizado manifestaciones diarias en la plaza de hasta 40 mil personas desde el 25 de mayo en las que corean consignas como “La culpa la tiene el robo y la corrupción de los que están en el poder”, “El gobierno y todos los partidos nos han robado nuestro dinero” y “No a venderse al FMI”. Algunos en las protestas de los “indignados” se han mostrado abiertamente hostiles a los sindicatos y especialmente a los trabajadores del sector público.  
 
 
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