Vol. 75/No. 25 11 de julio de 2011
En un discurso el 22 de junio, el presidente dijo que había ordenado a las fuerzas armadas retirar 10 mil tropas norteamericanas antes del fin del año, y otras 23 mil para finales de septiembre de 2012. Esto dejaría 68 mil soldados norteamericanos ocupando el país, el doble del número existente cuando Obama asumió la presidencia. Washington invadió Afganistán a finales de 2001, y desde entonces junto con fuerzas de la OTAN ha realizado operaciones militares ahí.
El día después del anuncio de Obama, el general David Petraeus, el comandante máximo norteamericano en Afganistán y quien dentro de poco asumirá el puesto de director de la CIA, dijo al Comité de Inteligencia del Senado que la decisión del presidente fue más agresiva en cuanto al calendario que él había aconsejado. Añadió que sus pequeñas discrepancias no obstante son importantes desde el punto de vista de un comandante militar.
El almirante Michael Mullen, el saliente jefe del Estado Mayor Conjunto norteamericano, dijo al Comité de las Fuerzas Armadas de la Cámara de Representantes que las decisiones de Obama llevan consigo más riesgos de los que estaba dispuesto a aceptar originalmente.
En una visita a Afganistán al comienzo de junio, el secretario de defensa Robert Gates, quien dejará el puesto a finales de junio, le dijo a las tropas que trataría de mantener al máximo su capacidad combativa. Estaría a favor de mantener a los tiradores y retirar primero los de apoyo. Dijo que la Casa Blanca y el Pentágono por supuesto no quieren precipitar una desbandada hacia la salida por los gobiernos aliados de Europa, el Pacífico y Canadá.
Ottawa ya está en medio del retiro de todos sus 2 900 soldados antes del fin de julio. Paris dice que va a reducir sus 4 mil soldados conjuntamente con Washington. Berlín también ha dicho que retirarán algunas de sus 4 900 tropas más tarde este año. Londres, con 9 500 soldados en Afganistán, ha retirado 200, y pronto va a retirar aún más.
En su discurso del 22 de junio, Obama también dejó claro que Washington pretende aumentar los ataques por aviones teledirigidos en Pakistán. Durante las siete semanas desde que una escuadrón de ejecución de las fuerzas de operaciones especiales norteamericanas actuaron como juez, jurado y verdugo de Osama bin Laden, se han realizado 18 ataques con aviones teledirigidos en Pakistán, llevando a 212 el número total de tales ataques desde cuando Omaba asumió la presidencia.
OTAN: una alianza de dos niveles
En un discurso en Bruselas el 10 de junio, en lo que fue su último discurso a una reunión de la OTAN, Gates criticó fuertemente a los rivales imperialistas de Washington en Europa tanto por una falta de voluntad y una falta de recursos al perseguir objetivos militares comunes. La OTAN se ha convertido en una alianza de dos niveles, dijo, entre los miembros que se dedican al blando desarrollo humanitario, el mantenimiento de la paz y tareas relacionadas con las pláticas, y los que realizan las duras misiones de combate.
Actualmente Washington es responsable del 75 por ciento de todos los gastos militares de la OTAN, dijo Gates, un aumento desde el 50 por ciento en los años 1980.
Refiriéndose a la guerra en Afganistán, donde se encuentran desplegadas unos 40 mil soldados no norteamericanos, Gates criticó la incapacidad de cumplir compromisos acordados y las enormemente diferentes contribuciones de distintos estados miembros. Berlín y Paris, por ejemplo, han restringido el despliegue de sus tropas a Kabul y al norte de Afganistán, negándose a combatir en el sur donde los combates han sido los más intensos.
A pesar de que cada miembro de la OTAN votó a favor de los ataques dirigidos por la OTAN contra Libia, menos de la tercera parte han estado dispuesto a participar el las misiones aéreas, dijo Gates.
La OTAN ha realizado 4 700 ataques aéreos desde el comienzo de las operaciones el 22 de marzo. La gran mayoría han sido realizados por los gobiernos imperialistas del Reino Unido y Francia. Los regímenes de Canadá, Bélgica, Noruega y Dinamarca también han participado, aunque Oslo ha anunciado que va a retirarse en agosto.
Aviones de combate y aviones teledirigidos norteamericanos han realizado por lo menos 90 ataques contra Libia desde entonces, dijeron al New York Times oficiales militares norteamericanos. Y Washington realiza el 25 por ciento de todos los vuelos de vigilancia, además de la mayoría de los vuelos de reabastecimiento aéreo.
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