Vol. 75/No. 45 12 de diciembre de 2011
El 16 de noviembre quedaban 33 mil efectivos en Iraq, de los 165 mil que llegó a haber. Doce de las 505 bases que existían hace tres años, en el momento más elevado de la ocupación estadounidense, serán evacuadas para el 31 de diciembre.
El anuncio de Obama registra el cambio de orientación de Washington de Iraq y Afganistán hacia China, además de los planes para disminuir el gasto militar bajo la presión de la crisis económica que se profundiza dentro del país. La administración anunció recortes del presupuesto militar de al menos 450 mil millones de dólares durante los próximos 10 años.
Washington ha estado ocupado desde hace meses en el repliegue de algunas de sus fuerzas militares y armamento de Iraq a otras bases en la zona.
La impopularidad del plan del Pentágono de añadir entre 3 500 y 4 000 soldados estadounidenses en Kuwait se hizo evidente cuando, según un despacho de Prensa Asociada del 7 de noviembre, el jeque Jaber al-Mubarak al-Sabah, ministro de defensa de Kuwait, negó la existencia de tal plan.
En la actualidad hay unos 23 mil soldados estadounidenses en Kuwait y unos 16 mil como parte de la Quinta Flota estacionada en Bahrein y aguas circundantes. En 2010 la marina anunció que tenía la intención de duplicar el tamaño de su base militar allí.
Washington también está reforzando su colaboración económica y militar con el Consejo de Cooperación en el Golfo, dedicado a contrarrestar la creciente influencia de Irán en la región. El CCG aglutina los aliados monárquicos de Arabia Saudita, Kuwait, los Emiratos árabes Unidos, Omán, Qatar y Bahréin.
Aprovechando un reciente informe de la ONU que presenta evidencia de que Teherán está intentando obtener tecnología para armamento nuclear, Washington, Londres y Ottawa anunciaron el 21 de noviembre sanciones coordinadas para impedir el acceso de Irán a bancos y créditos extranjeros. El gobierno estadounidense también impuso sanciones contra las empresas involucradas en la industria nuclear en Irán, así como en su industria petroquímica y del petróleo. Estas posiciones agresivas se suman a otra serie de sanciones de la ONU y los aliados imperialistas de Washington.
Desde mediados de octubre, el gobierno estadounidense ha desplegado cuatro aviones teledirigidos Predador, estacionados anteriormente en Iraq, desde la base aérea Incirlik de Estados Unidos y Turquia, en el sur de este país. Washington también dio a conocer la venta a Ankara de tres helicópteros de ataque Super Cobra
Estas armas serán usadas por Ankara en la guerra que realiza desde hace dos décadas contra el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), al otro lado de la frontera con Iraq. El PKK lucha por la fundación de una región autónoma kurda y por más derechos culturales para los kurdos en Turquía.
En las últimas semanas la rápida retirada de las tropas estadounidenses en Iraq ha conducido a crecientes conflictos entre el gobierno central dominado por los chiitas y el Gobierno Regional del Kurdistán, una administración autónoma en el norte de Iraq, en torno a un acuerdo petrolero importante con la empresa estadounidense Exxon Mobil y el control de una base aérea que las fuerzas estadounidenses planean abandonar.
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