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Vol. 75/No. 45      12 de diciembre de 2011

 
Bonos de producción y ‘seguridad’ para
comprar el silencio de trabajadores
 

“Hoy le envié al partido un cheque por 318.91 dólares, el total del dinero manchado en sangre que recibí como ‘bono de producción’”, escribió Jacob Perasso desde Atlanta.

Dinero manchado en sangre es un término que usan los trabajadores comunistas para describir los supuestos bonos y otro tipo de chantaje que los patrones o su gobierno —muchas veces ligados— le dan a los trabajadores para presionarlos a aceptar la aceleración del trabajo, los cortes salariales, contratos concesionarios o condiciones de trabajo peligrosas. Las contribuciones van al Fondo de Capital del Partido Socialista de los Trabajadores, que ayuda a financiar el trabajo del partido a largo plazo.

“En el plazo de tres meses que abarca este bono, la compañía reportó 26 accidentes”, explicó Perasso. “El bono fue por la rapidez y ‘calidad’ del trabajo. El mes pasado la compañía eliminó cinco empleos moviendo el trabajo a otras partes de la línea de producción y a áreas de premontaje. Esto es por encima del aumento de producción de 10 por ciento del trimestre anterior y la anticipación de combinar más trabajos. Los accidentes personales han aumentado sustancialmente en los últimos meses.

“Yo se de roturas de tendones, síndrome del túnel carpiano, un dedo dislocado, y un disco herniado”, continuó Perasso. “Cuando vamos al médico por nuestras lesiones nos recortan el ‘bono’. A aquellos que piden acudir a su propio médico les dicen que van a perder su derecho de compensación de trabajadores lesionados”.

Jaquie Henderson de Houston envió 196 dólares explicando que “este es un ‘bono’ por lo que la compañía denomina ‘seguridad, calidad y producción’, por no reportar accidentes, por que tus acoplamientos de tubería no fueron rechazados por errores y producir más.

“Uno de mis compañeros de trabajo preguntó sobre estos bonos en una reunión supuestamente sobre seguridad en la cual había asistencia obligatoria que tuvo lugar hace unas semanas”, continuó Henderson. “El mencionó que la compañía aumentó la cuota laboral así que este año tenemos que hacer el doble de esfuerzo y obtener un bono menor. ‘¿No es verdad que si de alguna manera logramos estas cuotas, el año entrante ganaremos aún menos ya que seguirán aumentando las cuotas? pregunto”.

“No recibió respuesta”, escribe Henderson. “Afortunadamente es uno del número creciente de suscriptores al Militante. Puede leer sobre como las compañías por todo el país y el mundo intentan chantajear a los trabajadores a mantenerse callados con este dinero manchado en sangre, y sobre la creciente resistencia de trabajadores como ellos.

“Y yo les puedo decir que pueden hacer con ese dinero —ponerlo a trabajar para poner fin al sistema de explotación”.

—EMMA JOHNSON

 
 
 
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