CHICAGO NORTE, Illinois—Gloria Carr se ha negado a aceptar la muerte de su hijo, Darrin Hanna, a manos de la policía de Chicago Norte, sin protestar. La muerte provocó la ira acumulada contra la brutalidad policíaca en este pueblo, mayormente afroamericano de clase obrera. La familia de Hanna presentó una demanda en un tribunal federal el 13 de diciembre contra Chicago Norte y los seis policías implicados en su muerte.

“Lo golpearon, le dispararon con una pistola Taser, tanto que su madre no pudo reconocer su rostro”, dijo el abogado de la familia, Kevin O’Connor, al Chicago Sun-Times.

Un número creciente de personas se han unido a la familia de Hanna, denunciando la violencia perpetuada por la policía de Chicago Norte hablando sobre sus propias experiencias.

–JOHN HAWKINS