BRONX, Nueva York—El 6 de febrero unas 500 personas protestaron la muerte a manos de la policía de Ramarley Graham, la cuarta persona que ha resultado muerta a consecuencia de balazos de la policía en la ciudad de Nueva York en el último mes. Un policía encubierto disparó y mató al joven desarmado de 18 años dentro de su apartamento el 2 de febrero.

La abuela de Graham, Patricia Hartley, fue testigo presencial de su muerte. Ella fue detenida inmediatamente y mantenida bajo custodia por la policía por siete horas.

“Arrastraron su nombre por el lodo”, dijo su padre Frank Graham en la protesta, refiriéndose a informes en los medios de comunicación de fuentes policiales anónimas que Ramarley había tenido ochos arrestos anteriores.

“Cada vez que matan a los jóvenes, la policía proclama que había armas o drogas. Les fabrican cargos”, dijo Molly Gordon, cuyos dos hijos crecían y asistían a la misma escuela que Graham, en una entrevista el 5 de febrero.

—RUTH ROBINETT Y NANCY BOYASKO