Vol. 76/No. 11 19 de marzo de 2012
A continuación publicamos las palabras de Kenia Serrano en la presentación de Los Cinco Cubanos: Quiénes son, por qué les fabricaron un caso, por qué deben ser liberados, en la Feria Internacional del Libro de La Habana, celebrada el 18 de febrero. Copyright © 2012 por Pathfinder Press. Se reproduce con autorización. Las notas al pie son del Militante.
POR KENIA SERRANO
Queridos familiares de nuestros Cinco Héroes que están presentes aquí con nosotros; Mary-Alice y demás compañeros de Pathfinder; Edel Morales, poeta y vicepresidente del Instituto Cubano del Libro; compañeros de la Unión de Jóvenes Comunistas, Editora Política y otras instituciones que han venido a esta presentación.
Gerardo Hernández Nordelo, Ramón Labañino Salazar, Antonio Guerrero Rodríguez, Fernando González Llort y René González Sehwerert siguen injustamente presos. Un enorme muro de silencio se impone sobre la verdad de su causa.
Esta compilación de artículos —escritos por Mary-Alice Waters, Martín Koppel, Sam Manuel, Seth Galinsky, Ernest Mailhot, Michel Poitras y Naomi Craine, junto con otros dos sobre la experiencia de René y de Gerardo en Angola tomados del periódico Trabajadores y de El Guerrillero, de Pinar del Río —explican los casi 14 años de su lucha por justicia. El librito le da voz a los que luchamos por los Cinco, a su gente, a sus abogados de la defensa, a los Cinco y a todos los que conocen y defienden su causa.
Darle espacio a esta verdad ante el público estadounidense y de otras partes del mundo a los que Pathfinder hace llegar sus mensajes —América Latina y el Caribe, Asia, Australia, Nueva Zelanda, el Reino Unido y Canadá— es una decisión acertada de una editorial que los lectores cubanos conocemos por su seriedad y atinada selección de literatura política. Estos libros son útiles tanto para los ya consagrados en las ideas más progresistas como los que se inician en la búsqueda de los referentes ideológicos en defensa de la clase obrera y sus conquistas.
Confieso que vengo leyéndolos desde hace 16 años y las primeras lecturas las hice durante una gira inolvidable por casi 50 universidades estadounidenses representando a nuestra querida Federación Estudiantil Universitaria. Junto al compañero Rogelio Polanco, que representaba a la Unión de Jóvenes Comunistas, visitamos piquetes de obreros en huelga, conversamos con obreros de una planta de autos Ford, coincidimos en Los Angeles con el estreno de Fresa y chocolate. Explicamos la verdad de nuestro pueblo. Pasamos una especie de curso político en vivo, en directo y a todo color sobre como los trabajadores del país de los héroes de Chicago ven escamoteados sus derechos elementales.1
Los indios en Minnesota nos mostraron mapas que exponen el cruel despojo de las tierras de los antepasados de Leonard Peltier. En Filadelfia conocimos gente que ya luchaba por la libertad de Mumia Abu Jamal. Nos informamos sobre, y apoyamos, la causa de gente como Mark Curtis que también había tenido un juicio amañado, y conocimos de los maltratos policiales a jóvenes afro americanos, como había ocurrido a Rodney King.2
Hago este recuento ahora, al momento de sugerirles que lean y compartan estos textos en este nuevo librito con todos los que puedan, para expresar mi agradecimiento al Militante. Gracias a esta compilación me percato que cuando René estuvo en Angola y acumuló esa extraordinaria experiencia tenía 21 años, la misma edad que tenía yo cuando visité Estados Unidos por primera vez.3
El impacto que en René tuvo la misión internacionalista en Angola se explica por él en este fragmento:
“Una experiencia impactante fue ver el hambre en los rostros y los cuerpos de los niños. Sus miradas estremecían. Por algún acuerdo tácito y silencioso, cada uno de nuestros doscientos combatientes aceptó, desde el primer día, que a su magro rancho se le sustrajera una porción para dar de comer a unas 12 criaturas que tres veces al día nos esperaban al borde de la carretera cuando llevábamos los alimentos a una pequeña tropa desplegada cercana a su aldea”.
“Hay dos momentos contrapuestos que siempre quedarán en mi memoria: aquellos rostros felices de vuelta a su aldea, y ser testigo de cómo alguna familia vecina ensamblaba un pequeño ataúd”.
Las experiencias que cualquier revolucionario adquiere en defensa de su patria y en la lucha por la justicia se hacen imperecederas. Se consolidan en momentos como los que han estado obligados a vivir nuestros Cinco hermanos en las duras prisiones en las que los han recluido. Los meses de castigo en el hueco los resistieron por la gran fuerza moral que los caracteriza y por otras experiencias vividas en su formación como revolucionarios.
Como lo cuenta en otro artículo en el libro el amigo de Gerardo, José Luis Palacio Cuní, quien estuvo con él en Angola, cuando tenían que dormir 12 hombres en un refugio de seis metros de largo por dos o tres de ancho.4
Como nos informa el libro, Fernando ganó su militancia en el Partido Comunista de Cuba mientras se encontraba en Angola, y supo correr los interminables trámites para casarse con Rosa Aurora estando en prisión, según cuenta ella en Cartas de amor y esperanza.
La conmovedora historia de Ramón, que ganó la militancia del partido a los 28 años, y guardó de tal modo su condición de agente de la seguridad del estado, que su madre, Nereida, murió sin saber que quien se había ido de Cuba a principios de 1990 era un convencido luchador contra el terrorismo. Su padre Holmes afirma en uno de estos artículos que él no supo del trabajo que Ramón estaba realizando. Nunca hablaron de eso ni nunca le preguntó, “desde muy joven [Ramón] siempre supo qué hacer y siempre hizo lo correcto”.
Estamos presentando este libro rodeados de las impresionantes obras de Antonio, de sus mariposas. Desde que intentó su primer retrato dibujó a su madre, otro detalle que también se explica aquí. Explica como los Cinco, como Mary-Alice acaba de relatar —a pesar de que se les ha pretendido silenciar, tenerlos aislados del pueblo norteamericano— dentro de estas prisiones han tenido contacto con ese pueblo norteamericano.
En 2003, cuando la solidaridad internacional y el enérgico reclamo de los abogados hizo posible el fin de aquel castigo al que los Cinco habían sido sometidos, metidos por un mes en el hueco, Antonio pidió que lo pusieran en la celda de Andre, el preso afro americano que le había iniciado en la plástica. Más tarde, mientras sufrían otro lockdown, Antonio hizo los dos bellos retratos de [José] Martí y del [escritor cubano] Cintio Vitier, figuras que para nosotros tienen un gran simbolismo.5 Cuando Andre fue trasladado de prisión, vino otro, en este caso un indio americano con el que también fundó una hermosa amistad.
Fernando ha compartido prisión con Oscar [López Rivera], uno de nuestros hermanos boricuas que siguen luchando por el derecho de esa isla a ser independiente.6
Estas cinco breves referencias nos llenan de confianza en que sí llegaremos a conformar el jurado de millones que los liberará y los traerá a casa. Sabemos que la lucha por ellos es también por esos más de 2 millones de hombres y mujeres presos en las cárceles de Estados Unidos y por sus familias, tal y como expresan Martín y Mary-Alice en el prólogo de esta obra.
La caricatura de Gerardo, el más preso de los Cinco, escogida para el diseño de la portada es genial: Cuba atravesada en la garganta del imperio. Como si estuvieran aquí escuchando los modismos del rico español que se habla en cualquier esquina, el caricaturista afirma que el imperio a Cuba “no la rueda”. Y el texto que acompaña la obra es muy cubano: “Claro que Cuba duele”.
Gracias a Pathfinder por su decisión de publicar este libro. Gracias a los que ya están convencidos de salir de aquí con el libro bajo el brazo y de disfrutar esta exposición de Tony. Y gracias a los Cinco por darnos esa lección de amor y resistencia.
Los Héroes de Chicago se refiere a los Mártires de Haymarket. El 1 de mayo de 1886, 190 mil trabajadores salieron en huelga por todo Estados Unidos en apoyo a la jornada de ocho horas. El 4 de mayo, ocho trabajadores fueron encausados bajo cargos falsos por el estallido de una bomba durante un mitin obrero en la Plaza Haymarket de Chicago. Cuatro fueron ahorcados. En la actualidad el Día Internacional de los Trabajadores se celebra el 1 de mayo en todo el mundo.
2. El activista indígena norteamericano Leonard Peltier ha estado encarcelado por más de 35 años bajo cargos amañados de asesinar a dos agentes del FBI durante un asedio por el gobierno de la reserva indígena Pine Ridge en Dakota del Sur en 1975.
Mumia Abu-Jamal, periodista y activista político, pasó 29 años en el pabellón de la muerte bajo una condena amañada en 1982 por el asesinato de un policía de Filadelfia. En abril de 2011, una corte federal de apelaciones falló que su sentencia a la pena capital era inconstitucional.
En marzo de 1988, Mark Curtis, entonces miembro del Partido Socialista de los Trabajadores, fue detenido bajo cargos falsos de violación y allanamiento de morada pocas horas después de salir de una reunión en defensa de 17 de sus compañeros de trabajo de la planta empacadora Swift en Des Moines, Iowa, amenazados con deportación. En septiembre de 1988 fue condenado a 25 años de prisión. Fue puesto en libertad condicional en junio de 1996.
En marzo de 1991 cuatro policías de Los Angeles golpearon salvajemente a Rodney King, un trabajador negro. Después de la absolución de los policías en abril de 1992, estallaron disturbios en la ciudad, los cuales fueron reprimidos violentamente por soldados y la policía.
3. Entre 1975 y 1991, más de 375 mil cubanos combatieron como voluntarios internacionalistas en Angola, ayudando a derrotar las invasiones por el régimen sudafricano de la supremacía blanca.
4. “Doce hombres y dos gatos”, el relato de José Luis Palacio, quien sirvió bajo Hernández en Angola, fue publicado en marzo de 2006 en Guerrillero, el periódico provincial de Pinar del Río en Cuba.
5. José Martí (1853–1895), héroe nacional de Cuba, dirigió la lucha contra el dominio colonial español y los planes estadounidenses de apoderarse de la isla. Organizó la guerra independentista de 1895 y murió en combate. Cintio Vitier (1921–2009) fue uno de los escritores más destacados de Cuba.
6. El luchador independentista puertorriqueño Oscar López Rivera ha estado encarcelado en Estados Unidos desde 1981. Es uno de los presos políticos más antiguos en el mundo. Fernando González y López actualmente se encuentran encarcelados en la Institución Correccional Federal en Terre Haute, Indiana.