Vol. 76/No. 14 9 de abril de 2012
Más de 200 sindicalistas y sus partidarios fueron arrestados en las protestas que tuvieron lugar durante los ocho meses que duró la batalla.
En enero la EGT acordó contratar a miembros de ILWU, los cuales actualmente se encuentran trabajando en la terminal.
Los miembros del Local 21 del ILWU y sus partidarios organizaron protestas en las vías del ferrocarril que va hacia la terminal de granos de la EGT de julio a septiembre del año pasado. Durante este periodo la policía, interviniendo a favor de la EGT, arrestó a los manifestantes bajo una gama de cargos, incluyendo entrada no autorizada, asalto, resistir arresto y conducta desordenada.
Muchos de los sindicalistas han sido exonerados de los cargos. En algunos casos los fiscales han querido tentarlos a que hagan declaraciones de culpabilidad negociadas a cambio de sentencias sustancialmente menores a las que los sindicalistas se arriesgarían a recibir si fueran encontrados culpables en un juicio.
Media docena de trabajadores han sido absueltos en juicios.
Byron Jacobs, de 28 años, secretario tesorero del Local 21 del ILWU, fue acusado de tres cargos agravados de atacar a un oficial, resistir arresto e intimidar a un funcionario público, además de tres cargos criminales menores.
Los cargos fabricados se originaron en una protesta pacífica que tuvo lugar el 21 de septiembre. Ese día, los miembros del comité auxiliar de mujeres del sindicato y el presidente del Local 21, Dan Coffman, se sentaron en las vías del ferrocarril cerca de la EGT para protestar en contra de un tren que iba rumbo a ser descargado por trabajadores que no eran del ILWU en la terminal de la EGT.
Jacobs y Kelly Muller estaban a un lado grabando un video de la protesta. Jacobs relató al Militante lo qué sucedió después. “Sin ninguna advertencia, policías de cuatro agencias se lanzaron contra las mujeres y contra Dan y les arrebataron los carteles de sus manos y forzaron sus brazos hacia sus espaldas para esposarlos. Tiraron a algunas de las mujeres al suelo.
“Kelly y yo gritamos a la policía una y otra vez que dejaran de lastimar a las mujeres. Varios policías nos tumbaron. Nos empujaron al suelo y nos esposaron. Después nos llevaron a la cárcel. Posteriormente fuimos acusados de atacar a la policía”.
Para evitar la posibilidad de ser encontrado culpable de cargos agravados que para el cargo de asalto conllevan una pena de por lo menos un año de cárcel y 5 mil dólares de multa, el 19 de marzo Jacobs acordó declararse culpable de tres cargos de delito menor, incluyendo uno de asalto; uno de obstruir a un tren y uno de entrada no autorizada criminal. Los cargos de delito mayor de asalto y otros cargos mayores fueron retirados. Jacobs tendrá que servir 20 días en la cárcel; pagar 500 dólares por los gastos del tribunal; servir un año de libertad condicional y asistir “a una evaluación sobre el manejo de la ira”. El comenzó a servir su sentencia el 24 de marzo.
“Creo que existe lo correcto y lo incorrecto”, dijo Jacobs al Militante. “Lo que hice fue defender mis creencias durante un conflicto laboral”.
Todavía están pendientes los juicios por delitos mayores contra otros tres sindicalistas: William “Sonny” Halladay, Ronald Stavas y Conner McLeod.
Coffman y Muller también se declararon culpables de los cargos de entrada no autorizada que provenían del 21 de septiembre y otras protestas. Ambos recibieron penas de multas y servicio comunitario.
El ILWU presentó una demanda federal el 22 de septiembre acusando a la policía de violar sus derechos civiles, obligándolos a retroceder. Tal juicio está programado para el 4 de marzo de 2013, dentro de un año.
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