Vol. 76/No. 23 11 de junio de 2012
El evento, al que asistieron unas 40 personas, fue auspiciado por la Sociedad de Amistad con Cuba y Libros Pathfinder en Auckland. Fue moderado por Robert Reid, secretario general del sindicato de empleados de finanzas, industrias, comercio y transporte, FIRST.
María del Carmen Herrera, embajadora de Cuba en Nueva Zelanda, fue la primera de cuatro oradores que participaron en el programa. “No es simplemente un libro sobre las mujeres cubanas”, dijo. “Es la historia de la Revolución Cubana, explicada de forma magistral, sencilla y directa por tres mujeres”. “Al contrario de las mentiras que se dicen sobre Cuba en los medios capitalistas de difusión”, apuntó Herrera, la Revolución Cubana ha sido desde el principio una lucha por “la igualdad y la justicia” en la que “las mujeres han participado hombro a hombro con los hombres”.
Al hablar de la importancia de Los Cinco Cubanos, Herrera subrayó que desde el triunfo de la revolución en 1959, Cuba ha enfrentado ataques continuos de grupos contrarrevolucionarios que han causado más de 3 mil muertes y han lesionado a miles más. Los Cinco Cubanos, acusados de cargos amañados y encarcelados por casi 14 años en Estados Unidos por su labor destinada a frustrar estos atentados, son “de los mejores hijos de Cuba”, dijo. “Los mandaron, no para espiar contra el gobierno de Estados Unidos, sino para recoger información sobre los grupos que atacan a Cuba… Es nuestro deber continuar luchando por su libertad”.
Kathryn Lehman y Walescka Pino-Ojeda, del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Auckland, hicieron breves presentaciones. Lehman señaló la influencia que la Revolución Cubana ha tenido por toda América Latina e instó a los presentes a leer Los Cinco Cubanos. Es un “libro muy bueno”, dijo
Pino-Ojeda explicó que después de leer Haciendo una revolución dentro de la revolución “ahora puedo entender por qué en Cuba la mujer ha podido lograr tanto”. Haciendo una revolución dentro de la revolución es una introducción a la Revolución Cubana, dijo Mary-Alice Waters, desde la lucha clandestina en las ciudades, hasta los frentes del Ejército Rebelde y la profundización de la revolución social en la Sierra Maestra, hasta la transformación socialista dirigida por los trabajadores y agricultores cubanos tras la victoria de 1959. Waters citó a Yolanda Ferrer, hoy secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas, quien dijo que “el concepto de lo femenino comenzó a cambiar desde el primer día de la revolución”.
Waters señaló que desde 1952, cuando empezó la batalla contra la dictadura de Batista, más mujeres formaron parte de la dirección central de la lucha en Cuba que en cualquier otra revolución. Esto reflejó los extensos cambios sociales que se venían gestando desde la Segunda Guerra Mundial, a medida que más mujeres se incorporaron a la fuerza laboral, dijo. Pero la visión clara de la dirección revolucionaria sobre la importancia de la lucha por la participación de la mujer fue decisiva. “Fue el liderazgo de Fidel Castro, ante todo, pero no solo de Fidel”, dijo Waters, refiriéndose a otros dirigentes en las luchas de la década de 1950. Destacó el precedente sentado con la creación del pelotón femenino Mariana Grajales durante la guerra revolucionaria y su sobresaliente trayectoria de combate.
Nacimiento de la FMC
Waters señaló que la Federación de Mujeres Cubanas, formada después de la victoria de la revolución, comenzó “sin estructuras o agendas preconcebidas”. Más bien, “fue el resultado de las mujeres que pedían ser organizadas para participar en las apremiantes tareas de la revolución”, dijo. El trabajo de la FMC comenzó con tareas sencillas: adiestrando a las mujeres en labores de primeros auxilios; organizando clases de costura, ya que muchas mujeres no podían comprar ropa para sus familias; organizando círculos infantiles, lo que también significó que primero hubo que organizar a hombres y mujeres para construir los centros infantiles.La FMC también organizó escuelas para trabajadoras domésticas, que quedaban desempleadas cuando la mayoría de sus patrones huyeron de la isla después del triunfo de la revolución.
Waters señaló que estos primeros pasos se dieron en consonancia con la trayectoria explicada por Federico Engels en 1885 y citada en el libro: “La verdadera igualdad entre el hombre y la mujer solo puede convertirse en realidad cuando la explotación de ambos por el capital haya sido abolida, y el trabajo privado en el hogar haya sido transformado en una industria pública”.
Lucha por libertad de los 5 Cubanos
“Este es el tipo de revolución que produjo a los Cinco Cubanos”, dijo Waters, “de los mejores hijos de Cuba, como los describió la embajadora”. El imperialismo utiliza todos los medios a su disposición en su lucha contra la Revolución Cubana, señaló Waters, y el encarcelamiento de los cinco es un intento de castigar al pueblo cubano por no someterse a los dictados de Washington. Su prolongado encarcelamiento es un “intento de darles una lección a todos los que están luchando hoy en todas partes del mundo”, dijo.Los Cinco Cubanos “ocupan su lugar en las primeras filas de la lucha de clases”, dijo Waters, “no como víctimas sino como combatientes”. Waters explicó que cada uno de ellos dijo a los tribunales que estaba “orgulloso de lo que había hecho y que lo haría otra vez sin duda alguna”.
El fallo de culpabilidad contra los Cinco Cubanos, a pesar de todas las pruebas presentadas ante los tribunales que refutaron los cargos de conspiración para cometer espionaje y conspiración para cometer asesinato, debe ser visto de la misma forma en que observamos la “justicia” de clase que el pueblo trabajador en Estados Unidos enfrenta con la policía y los tribunales, dijo Waters, señalando que en Estados Unidos está preso un mayor porcentaje de la población que en cualquier país del mundo: 2.3 millones de presos, y 5 millones más bajo algún tipo de supervisión judicial. “No hay prácticamente una familia obrera que no esté afectada, especialmente entre los africano-americanos”, dijo. “Por eso muchos trabajadores se identifican con los Cinco Cubanos cuando se enteran de ellos”.
No se ganará la libertad de los cinco por la buena voluntad del presidente Obama o de otros funcionarios del gobierno de Estados Unidos, dijo Waters. Será decidido por “un jurado de millones”, como lo planteó Gerardo Hernández, uno de los cinco.
Waters señaló las devastadoras consecuencias que ya ha tenido la crisis económica capitalista para el pueblo trabajador en Estados Unidos, observando que los patrones hasta ahora han tenido bastante éxito en sus esfuerzos por reducir los costos de la fuerza laboral. Por primera vez en décadas, dijo Waters, “estamos viendo un nuevo tipo de resistencia frente a las demandas de los patrones y los cierres patronales. Y de ahí vendrá el jurado de Gerardo”.
Aunque un buen número de los presentes ya habían comprado ambos libros, se vendieron después de las presentaciones ocho ejemplares de Haciendo la revolución dentro de la revolución y seis de Los Cinco Cubanos.
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