Miles de personas se manifestaron el 11 de julio en Madrid, España, contra los recortes en los gastos públicos aprobados por el gabinete ese día, los cuales están dirigidos principalmente contra los empleos y servicios de los que depende el pueblo trabajador. Trabajadores de Madrid se unieron a mineros del norte en la culminación de su marcha de 20 días que atravesó 250 millas para protestar los recortes en las subvenciones a la minería, lo que resultará en el cierre de minas y la pérdida de puestos de trabajo. Otros bloquearon carreteras y vías férreas. Las manifestaciones continuaron hasta el 13 de julio.

La última serie de recortes, los más profundos en 30 años, incluyen reducciones en los salarios de los trabajadores públicos y los subsidios de desempleo y aumentarán los impuestos sobre las ventas. Mientras tanto, uno de cada cuatro trabajadores en España carece de empleo.

El gobierno español es uno de los gobiernos europeos que están imponiendo medidas de austeridad a los trabajadores en reacción a las crisis fiscales y crediticias que se están produciendo en el contexto de la desaceleración mundial de la producción y el comercio.

—EMMA JOHNSON