Vol. 76/No. 30 13 de agosto de 2012
La competencia por empleos es un elemento de la condición en la que viven los trabajadores bajo el capitalismo, pero la clase obrera puede neutralizar esa rivalidad perro-come-perro. Podemos hacerlo a través de la solidaridad de clase, organizando sindicatos y realizando acciones políticas independientes.
Barnes presentó la charla inicial y el resumen de clausura de la Conferencia de la membresía de los trabajadores socialistas celebrada en Oberlin, Ohio, del 21 al 23 de junio.
Hoy en día, dijo Barnes, a medida que la clase capitalista reaccione a la crisis de su sistema profundizando sus ataques contra nuestros salarios, condiciones de vida, nuestros sindicatos y nuestra dignidad, los trabajadores se mantienen de pie y resisten, independientemente de los chances de ganar.
Los ejemplos de esto están creciendo en Estados Unidos: las luchas contra los cierres patronales antisindicales desde la lucha de un año de 1 300 trabajadores azucareros en contra de American Crystal Sugar en el medio oeste de Estados Unidos, hasta la lucha de más de 8 mil trabajadores en contra de Con Edison en Nueva York; así como las huelgas, tanto grandes como pequeñas, desde la de 780 trabajadores de Caterpillar en Joliet, Illinois, contra la congelación de salarios y los recortes de las pensiones, hasta la de 85 camioneros miembros del sindicato Teamsters en Kent, Washington, en contra de la implacable campaña de “productividad” de la empresa Davis Wire.
Independientemente del resultado inmediato, los trabajadores suelen salir de estas peleas más dispuestos a continuar luchando dentro de las plantas, y más dispuestos a organizar solidaridad con trabajadores que están luchando en otros lugares. Muchos también profundizan su interés en las luchas de los trabajadores y agricultores a nivel internacional.
Esto es cierto, por ejemplo, entre los trabajadores procesadores de granos miembros del sindicato BCTGM que lucharon en una batalla de 10 meses contra el cierre patronal de la Roquette America en Keokuk, Iowa, en 2010–2011, entre los trabajadores del sindicato USW que lucharon por 14 meses contra el cierre patronal de Honeywell en su planta de uranio en Metropolis, Illinois; y los trabajadores del puerto de Longview, Washington, quienes después de una lucha de ocho meses contra la campaña antisindical de EGT Development obligaron a la compañía a contratar a los miembros del sindicato de estibadores ILWU en febrero.
A través de estas batallas, dijo Barnes, pequeños grupos de obreros combativos se unen, buscan a otros como ellos y buscan la manera de participar en debates sobre cómo la clase obrera puede prepararse de la manera más consciente y eficaz para batallas futuras. Los esfuerzos de los trabajadores socialistas y el uso del Militante son parte de este proceso.
Campañas del PST en 2012
La conferencia discutió usar las campañas electorales del Partido Socialista de los Trabajadores en 2012 como una voz que presenta un camino de lucha para los trabajadores y nuestros aliados para hacer frente a la crisis capitalista. El partido está postulando a James Harris para presidente y Maura DeLuca para vicepresidente, junto a los candidatos a cargos estatales y locales.La campaña plantea demandas inmediatas que los trabajadores pueden usar para organizarse con el fin de fortalecer nuestra unidad y capacidad de lucha, como exigir un programa masivo de obras públicas para combatir el desempleo. Al mismo tiempo, los candidatos socialistas explican la necesidad de que los trabajadores tracen un curso político independiente de los patrones, sus partidos y su gobierno, como parte del camino hacia la lucha revolucionaria por el poder obrero.
Una parte esencial de este esfuerzo es mostrar el Militante y libros sobre la política de la clase obrera en los barrios de ciudades y poblados pequeños, en las líneas de piquetes y en manifestaciones, en el trabajo y en las puertas de fábricas, en las cárceles y otros lugares. Más y más trabajadores hoy en día ven al Militante como su propio periódico, dijo Barnes. Esto no es sólo porque es el único periódico que defiende y dice la verdad sobre las luchas de trabajadores como ellos, sino también porque estos trabajadores están más interesados en aprender las lecciones políticas de las luchas del pueblo trabajador de hoy y de ayer que se encuentran en las páginas del Militante.
Partido de trabajadores industriales
La actividad de los militantes del PST, junto a otros trabajadores, incluye el trabajo político y sindical organizado con quienes trabajamos en las fábricas. Sin eso, dijo Barnes, somos una organización integrada por trabajadores de fábrica, pero no un partido proletario disciplinado.Los trabajadores comunistas venden suscripciones al Militante y le piden a partidarios de la campaña del PST en el trabajo que firmen tarjetas de apoyo, y buscan oportunidades para extender la solidaridad a las luchas sindicales y otras protestas sociales, a nivel local y más allá, junto a otros trabajadores. Somos parte de los esfuerzos para fortalecer nuestros sindicatos y hacer valer el poder sindical en contra de los patrones. Cuando trabajamos en el creciente número de plantas que no tienen sindicato, actuamos bajo el conocimiento de que siempre hay una semilla de sindicato cuando los trabajadores buscan formas de combatir para defendernos unos a los otros, dijo Barnes.
Los trabajadores socialistas rechazan todos los prejuicios en contra de trabajadores que tienen puntos de vista religiosos, dijo Barnes. Tenemos la misma probabilidad de que se suscriba al Militante un trabajador que tiene un crucifijo o algún otro símbolo religioso en el trabajo, o en su puerta o la pared de su casa, que de un trabajador que no lo tiene, dijo.
Eso distingue a los trabajadores socialistas de los radicales de clase media, de los liberales burgueses y funcionarios sindicales de mentalidad burocrática, que tienden a considerarse “más inteligentes” y más “preparados” que los trabajadores.
‘Wisconsin’ y ‘Ocupar’
Barnes contrastó el curso político del PST —ir más ampliamente a las luchas obreras y populares por todo el mundo mientras construimos el núcleo de un partido proletario capaz de dirigir a los trabajadores hacia la lucha por el poder— con las perspectivas de diversas organizaciones y corrientes pequeño burguesas.Muchas de estas fuerzas, por ejemplo, se dedicaron al esfuerzo dirigido por la cúpula sindical a principios de este año para “destituir” el gobernador republicano de Wisconsin, Scott Walker. A principios de 2011, dijo Barnes, militantes del PST junto con otros trabajadores participaron en las movilizaciones en Wisconsin contra la campaña antisindical del gobierno del estado dirigida contra los empleados públicos. Pero el objetivo de la campaña de “destitución” era poner a los demócratas en el poder, en el momento preciso en que las administraciones demócratas, desde la Casa Blanca hasta las de los estados y ciudades por todo el país están lanzando ataques no sólo contra los empleados públicos sino contra los trabajadores y los sindicatos de todo tipo.
Los trabajadores públicos, dijo Barnes, están pagando el precio de décadas de colaboración de la cúpula sindical pro capitalista con el Partido Demócrata, la dependencia en “pactos” con funcionarios del gobierno y la inclusión de policías, guardias de prisiones y otros tipos de “personal uniformado” ligados a la policía y a los tribunales como supuesta parte del movimiento obrero. Su función es defender la propiedad y dominio capitalista a través de la violencia y la represión. El camino para defender a la clase obrera y a los sindicatos, incluyendo a los empleados públicos, requiere romper con los partidos y el gobierno de los patrones, dijo el dirigente del PST, no profundizar nuestra dependencia en ellos.
Los trabajadores socialistas llevaron este mensaje y su amplio curso de lucha obrera que presenta el Militante no solo a los manifestantes en Madison, dijo Barnes. Concentramos nuestro esfuerzo cada vez más en ir de puerta en puerta en las ciudades y los pueblos pequeños por todo el estado de Wisconsin, hablando con trabajadores del sector privado y público, con y sin sindicatos, con agricultores, y otros.
De manera similar, dijo Barnes, cuando las acciones del movimiento “Ocupar” comenzaron en Nueva York y llegaron a otras áreas a fines del 2011, los trabajadores y jóvenes socialistas presentaron la política obrera a los participantes que estaban en busca de respuestas. Nos unimos a las acciones convocadas bajo la bandera de “Ocupar” que fueron parte de protestas sociales más amplias a favor de los intereses de la clase trabajadora.
Pero casi todas las organizaciones centristas y pequeño burguesas que dicen ser socialistas, o ser parte del movimiento obrero, dijo Barnes, terminaron enterrándose en Ocupar, “Ocupar es nuestro partido”, se convirtió en su lema. O si no, dijo, se apoyaron en Ocupar como un sustituto en lugar de la transformación del movimiento obrero por las filas de la clase trabajadora —sindicalizada o no— en instrumentos de lucha para defender los intereses de los trabajadores.
Por lo contrario, el PST actuó desde el principio reconociendo que el fenómeno de Ocupar no era, ni podía ser, un sustituto por un movimiento sindical de lucha obrera, y mucho menos de un partido proletario. Su base en la clase media y su trayectoria política descartaban cualquiera de estas dos posibilidades.
Más aún, los trabajadores socialistas explicaron que la consigna de Ocupar “¡somos el 99 por ciento”! esconde las verdaderas relaciones de clase bajo el capitalismo y cuadra perfectamente con la demagogia anti republicana de la estrategia electoral del Partido Demócrata
Usando el espacio político
El espacio político que se abre para los trabajadores y agricultores por todo el mundo para defender nuestro nivel de vida y condiciones de trabajo estuvo al centro de las charlas y debates de la conferencia socialista.Todo indica que este espacio seguirá abierto en el futuro inmediato, dijo Barnes, y este hecho será clave para el fortalecimiento de la organización, solidaridad y claridad política de la vanguardia obrera en Estados Unidos y por todo el mundo.
Esto no depende de cuán “democrático” o “laico” sea un régimen capitalista en particular. Las condiciones frecuentemente están llenas de peligros y de conflictos de clase que se agudizan a medida que el espacio político se abre, como por ejemplo en Siria. A medida que aumenta la guerra civil allí, el viejo régimen, que por décadas bloqueó la participación del pueblo trabajador en la política, se está desmoronando, y los gobernantes capitalistas están profundamente divididos.
Tanto en el mundo semicolonial como en un número creciente de países imperialistas, dijo Barnes, las divisiones entre la clase propietaria, que con frecuencia resultan en la dificultad de mantener un gobierno estable, se agravan con la crisis capitalista. Estas divisiones dentro de la clase enemiga —sea en Grecia o otras partes de Europa, o en regiones del Medio Oriente— presentan una oportunidad para que los trabajadores y agricultores nos organicemos y defendamos nuestros intereses de clase.
Por ejemplo, en Egipto la lucha por la dominación política entre el ala de la burguesía ligada a los oficiales militares y aquellos ligados a la Hermandad Musulmana es útil para mantener el espacio político que ganaron los trabajadores en 2011 con las movilizaciones que derrocaron al régimen de Hosni Mubarak.
Oportunidades políticas en Irán
Más que cualquier otro país en la región, o en gran parte del mundo, el espacio político que existe en Irán para la circulación de libros y folletos que documentan las lecciones de la luchas revolucionarias por la toma de poder de los trabajadores y agricultores del mundo se mantiene abierto, dijo Barnes.Esto es cierto a pesar de los golpes que los capitalistas y la jerarquía religiosa gobernantes le han dado al pueblo trabajador desde que la revolución iraní de 1979 comenzó a retroceder después de su victoria. Este profundo levantamiento social, en el cual las huelgas y movilizaciones de los trabajadores fueron decisivas, derrocó a la monarquía respaldada por Washington y le quitó a Washington un aliado estratégico en la defensa de los intereses imperialistas.
La contrarrevolución burguesa ha limitado el espacio que logró el pueblo trabajador en 1979 pero no ha logrado cerrarlo. Hoy, hay más literatura comunista en persa, el idioma predominante en Irán, que en cualquier otro idioma después del inglés, señaló Barnes,
Cuatro docenas de libros traducidos de los títulos de Pathfinder se han publicado en Irán, dijo Mary-Alice Waters en su charla en la conferencia titulada, “Comenzando con el mundo: el trabajo práctico del partido”. Ella habló sobre una reseña de la Agencia de Noticias sobre Libros de Irán de la nueva edición en persa de La revolución traicionada del dirigente bolchevique León Trotsky, recientemente publicada por la editorial Talaye Prosoo.
“La crisis capitalista del presente alienta a las tendencias de la izquierda a anunciar la futura caída del capitalismo más que antes”, escribió el crítico de la agencia noticiera del gobierno. “… por años Pathfinder ha publicado libros sobre el pensamiento de la izquierda. La editorial se mantuvo firme durante la cima de la dominación capitalista, especialmente en Estados Unidos, y ha publicado libros por Trotsky, Lenin, Marx y Engels, además de pensadores contemporáneos de la izquierda en Estados Unidos como Jack Barnes”.
La reseña después pasa a listar varios otros títulos de Pathfinder publicados en persa en Irán, incluyendo El imperialismo norteamericano ha perdido la guerra fría y Feminismo y el movimiento marxista.
El marxismo vivo tuvo y sigue teniendo solo una fuente, el trabajo práctico de partidos proletarios tales como el Partido Socialista de los Trabajadores que participan en la política de la clase obrera y sacan lecciones de las batallas revolucionarias por todo el mundo.
El movimiento comunista acude a toda persona, en cualquier parte del mundo, que tenga interés en la lucha de clases y las lecciones de las batallas de los trabajadores contra el dominio capitalista —desde la Revolución Bolchevique de octubre de 1917 a la Revolución Cubana de 1959 y su curso revolucionario que continua hoy en día. Hacer esto es parte íntegra del trabajo diario de los partidos proletarios cuyos miembros, por medio de sus ramas, realizan a través de actividades políticas y sindicales con otros trabajadores, tanto en el centro de trabajo como afuera, dijo Waters.
(Continuará la próxima semana)