Vol. 76/No. 31 20 de agosto de 2012
“Queremos un cambio, queremos que dejen de separar a nuestras familias”, dijo Zuri Chávez a los manifestantes. Su padre, Jaime Chávez, ha estado detenido por cuatro meses. “Yo también soy indocumentada, pero no tengo miedo porque estamos aquí juntos”.
“No es justo. Obama dijo que los casos de baja prioridad no serían deportados”, dijo Nelson Reyes al Militante. “Queremos que Obama sea consistente con lo que dijo”.
Reyes se refería a la política declarada de la administración de Barack Obama de que los policías de inmigración darían prioridad a la deportación de aquellos trabajadores que han sido condenados por delitos no relacionados a violaciones de inmigración.
El cuñado de Reyes, Samuel Soto, ha estado detenido desde el 16 de mayo. “Fue detenido en su auto sin razón aparente cuando se dirigía al trabajo”, dijo Reyes. “Su licencia de conductor estaba vencida. La migra lo encontró en la cárcel y lo trasladaron aquí. No tenía antecedentes penales y trabajaba como jardinero y personal de mantenimiento”. Ahora Soto enfrenta deportación a Honduras. Su esposa y cuatro hijos jóvenes, todos ciudadanos estadounidenses, estaban en la manifestación.
Familiares de Vasiliy Melnikov dijeron que él también fue detenido después de una parada de tráfico y están luchando para impedir su deportación a Rusia.
Entre los que dirigían la acción estaban Marco Saavedra, de 22 años, y Viridiana Martínez, de 25 años, activistas en la Alianza Nacional de Jóvenes Inmigrantes. Saavedra se acercó a agentes de la Patrulla Fronteriza el 11 de julio, y Martínez se presentó en un puesto de control migratorio el 20 de julio, revelando que eran indocumentados para ser detenidos y así poder exponer las condiciones en el centro de detención de Broward. Fueron puestos en libertad el 3 de agosto.
“Saavedra y Martínez querían quedarse en el centro de detención y seguir organizando”, pero los oficiales de migración los querían fuera, dijo el portavoz de la Alianza de Jóvenes Daniel Alvarado en una entrevista telefónica.
“Las 80 mujeres con las que estuve detenida durante dos semanas son las más audaces que jamás he conocido en mi vida”, Martinez relató a los manifestantes. “Algunas han estado allí por meses, algunas por años. La comida no es buena. Los guardias nos tratan como si fuéramos su propiedad. Y algunas de las mujeres resisten, exigiendo, ‘¡No es necesario que nos traten así!’”
“Sabemos que más de 400 detenidos se negaron a comer ayer”, dijo Saavedra. “Esa es la mayoría de los detenidos ahí”.
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