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Vol. 76/No. 38      22 de octubre de 2012

 
Reas de ‘Pussy Riot’ firmes en
batalla por libre expresión
(especial)
 
POR EMMA JOHNSON  
A medida que se acerca la audiencia de las tres miembros de la banda de rock punk Pussy Riot, las entrevistas que han publicado los medios de comunicación alrededor del mundo demuestran que no han logrado doblegarlas y que se mantienen firmes en su crítica del gobierno y su defensa de la libertad de expresión.

Maria Alyokhina, de 24 años, Yekaterina Samutsevich, de 30, y Nadezhda Tolokonnikova, de 22, fueron detenidas el 3 de marzo. El 17 de agosto fueron declaradas culpables de “vandalismo motivado por odio religioso” y condenadas a dos años de cárcel. Esto sucedió después de un concierto de “oración punk” dentro de la catedral rusa ortodoxa Cristo Salvador en Moscú el 21 de febrero, en la que en una canción le dicen a la virgen María “¡expulsa al [presidente Vladimir] Putin!” Las tres se encuentran ahora presas en tres celdas separadas.

La audiencia de apelación que estaba programada para el 1 de octubre fue pospuesta a solicitud de Samutsevich. Ella informó a la corte que deseaba cambiar el equipo de abogados que la representaban y necesitaba tiempo para conseguir nuevos abogados. La audiencia ha sido fijada para el 10 de octubre.

El ejemplar de noviembre de la revista GQ publicó entrevistas con Tolokonnikova y Alyokhina. Por su parte, el Guardian de Londres publicó una entrevista con Samutsevich el 27 de agosto. En ambos las preguntas las introdujeron clandestinamente los abogados. Las respuestas de Samutsevich a GQ fueron confiscadas.

Samutsevich dice que no temen pasar tiempo en prisión. “El malevo plan de las autoridades de encarcelarnos para quebrarnos ha fallado miserablemente”.

En respuesta a la pregunta “¿Qué es más valioso para el movimiento progresista en Rusia hoy: que Pussy Riot estén libres o en la cárcel?”, Alyokhina respondió, “claro que libres”. Pero continuó, “No nos imaginábamos que las autoridades fueran tan tontas que iban a validar nuestra influencia arrestándonos. Claro, ellos tratan de intimidarnos constantemente. Pero a diferencia de Putin, nosotras no somos cobardes”.

Antes del incidente que resultó en su detención, la banda Pussy Riot realizó conciertos en muchos otros lugares, incluyendo uno cerca del Kremlin, donde tocaron una canción titulada “Motín en Rusia—Putin es cobarde”.

“La presentación en la iglesia fue una oportunidad perfecta para que la burocracia de Putin pudiese declarar que nuestros motivos eran la intolerancia religiosa y no una protesta política”, explicó Tolokonnikova en su entrevista. “De esta manera nuestra persecución puede ser presentada como una justa quema de los blasfemos, en vez de una represión de la libertad de expresión”.

Con el propósito de cerrar el espacio político y socavar la libertad de expresión, el gobierno de Putin ha firmado leyes de “difamación” y ha aumentado las multas por participar en manifestaciones que “no han sido aprobadas”.

El 26 de septiembre, diputados de los cuatro partidos en el parlamento ruso, la Duma, presentaron una propuesta de ley de blasfemia, con multas de 9 600 dólares o tres años de cárcel por “insultar las sensibilidades religiosas de otros”.  
 
 
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