Vol. 77/No. 2 21 de enero de 2013
Seis hombres violaron a la joven, cuyo nombre no se ha divulgado, en un bus en Nueva Delhi el 16 de diciembre. La mujer, a quién le causaron lesiones internas masivas y daño cerebral, falleció el 29 de diciembre.
En los días posteriores al asalto, miles de personas salieron a las calles para protestar frente al parlamento y la sede policial. Estudiantes universitarios levantaron barricadas por toda la ciudad, causando masivos tapones de tráfico.
“Ha habido una reacción enorme, casi como una erupción”, dijo Sudha Sundararaman, secretaria general de la Asociación Panindia Democrática de Mujeres, al Militante en una entrevista telefónica desde Nueva Delhi. “Creo que la pura brutalidad del asalto es una de las razones por qué la gente reaccionó. Fue una barbaridad”. Su grupo ha sido uno de los organizadores de las manifestaciones.
Organizadores de las protestas han exigido que los tribunales aceleren el progreso de unos 100 mil casos de violación; que la policía registre las acusaciones de violación con prontitud; que el parlamento celebre una sesión especial sobre las leyes contra la violación, acoso sexual y abuso de menores; y que despidan al comisionado de policía de Delhi por su manejo de las protestas.
Llamados reaccionarios para hacer la violación punible con muerte y reforzar patrullas policiales también han sido parte de las protestas.
Prem Shankar Jha, ex redactor del Hindustan Times, le dijo al New York Times el 23 de diciembre que hay más de 80 mil denuncias de violaciones contra los derechos humanos en India contra los agentes de policía cada año.
La policía india detuvo a seis personas en relación con el ataque, cinco hombres y un joven.
Una fuente de la policía le dijo a Reuters el 1 de enero que la policía está pidiendo la pena de muerte contra cuatro de los acusados, y que ellos probablemente serán acusados también de violación en grupo, secuestro y destrucción de pruebas.
Autoridades de la ciudad respondieron con una prohibición de las protestas. Funcionarios del gobierno suplicaron por televisión nacional que la gente se mantenga fuera de las calles. Las protestas, especialmente en las zonas de clase media, continuaron a pesar de la prohibición y alcanzaron su punto máximo el 23 de diciembre. La policía lanzó gases lacrimógenos y cañones de agua, golpearon a los manifestantes con palos de bambú y detuvieron a decenas de personas.
Después de la muerte de la mujer las autoridades desplegaron miles de policías, cerraron 10 estaciones de metro y prohibieron vehículos en las calles principales en el centro de Delhi para prevenir más protestas.
Según Sundararaman las mujeres están tomando un paso adelante, especialmente las mujeres jóvenes. “Exigen sus derechos, no aceptan la culpa por los abusos que sufren. Exigen su lugar en la vida pública sin ataques”.
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