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Vol. 77/No. 10      18 de marzo de 2013

 
(artículo especial)
‘Recuperación’ no progresa
como esperaban ‘expertos’
Ardides monetarios no han creado ni un trabajo
 

POR BRIAN WILLIAMS  
La crisis actual no solo es más profunda y más larga que cualquier otra en los últimos 50 años, sino además la recuperación no está ocurriendo como se esperaba, en comparación con otras recesiones recientes. Esa es la conclusión de una charla de Janet Yellen, la vicepresidenta de la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal, en la conferencia “Una Agenda Transatlántica para la Prosperidad Compartida” el 11 febrero.

A pesar del título del discurso, “Una Lenta y Penosa Recuperación para los Trabajadores de Estados Unidos: Causas, Implicaciones y la Respuesta de la Reserva Federal”, lo que llama la atención es el hecho de que los gobernantes capitalistas y sus expertos en economía no pueden explicar las causas de la crisis y no tienen ningún control sobre el funcionamiento natural del capitalismo que la provocó.

En cuanto a la “respuesta”, Yellen afirma que la Reserva Federal (”la Fed”) es la única institución gubernamental “asignada a la tarea de tratar de obtener” el máximo empleo y afirma que eso es lo que la Fed está haciendo.

Pero, aunque ella revisa las manipulaciones de la tasa de interés que ha hecho la Fed y sus ardides de imprimir dinero, Yellen ni siquiera trata de demostrar que estos ajustes monetarios han creado un solo empleo o que han mitigado de alguna manera las condiciones que enfrentan los trabajadores. Ella tampoco presenta un caso convincente que eso ha hecho algo para revertir la desaceleración de la producción y el comercio que están al centro de la crisis.

La verdad es que no lo ha hecho, no puede y no lo hará. Ni tampoco lo puede hacer ninguna regulación financiera, ni ajustes a los presupuestos del gobierno o cualquier otra política económica del gobierno.

Lo único claro es que la crisis es peor que cualquier otra que han vivido las generaciones de hoy y que la “recuperación” es mucho más débil de lo que hubieran pensado los “expertos”. “Tres años después de que terminó la Gran Recesión”, dijo Yellen, “el crecimiento real del producto interno bruto tuvo un promedio de solo 2.2 por ciento por año. En el mismo lapso de tiempo después de las previas 10 recesiones en Estados Unidos, creció, como promedio, dos veces más rápido”.

A diferencia de las recesiones anteriores el nivel de empleo no se ha recuperado.

No hay programa de empleos

Lo único que el gobierno podría hacer para crear empleos bajo estas circunstancias —y lo ha hecho antes— es implementar un programa masivo de empleos financiado por el gobierno que pondría a millones a trabajar en la construcción y reparación de la infraestructura, los hospitales, las escuelas y otras cosas que los trabajadores necesitan. Pero eso ni siquiera se ha mencionado por ningún político o economista capitalista. La única vez que han tomado esta medida —que al fin de cuentas es una carga para las ganancias de los gobernantes acaudalados— fue durante la segunda mitad de la década de los 30 y después de la Segunda Guerra Mundial, dada la presión social y política de un movimiento obrero en pie de lucha.

La política fiscal actual del gobierno de los patrones a nivel federal, estatal y local, dice Yellen, ha sido recortar los gastos y, en algunos casos, aumentar los impuestos. A diferencia de las recesiones anteriores, cuando las políticas fiscales ayudaron a impulsar la recuperación, concluye Yellen que “en esta ocasión la política fiscal ha actuado realmente para frenar la recuperación”.

“La Reserva Federal normalmente juega un papel importante en la promoción de la recuperación mediante la reducción de la tasa de fondos federales y manteniendo [los tipos de interés] bajos hasta que la economía esté de nuevo sobre una base sólida”, según Yellen. Pero en esta “recuperación”, señaló, “menores tasas de intereses quizás estén logrando menos para aumentar el consumo”.

Otra medida para supuestamente estimular la inversión fue la puesta en marcha por la Reserva Federal de su programa de “flexibilización cuantitativa”. Este artificio, que equivale a imprimir más dinero, involucra la compra de valores respaldados por hipotecas y bonos del Tesoro. Solo entre 2008 y mediados de 2011, esta operación transfirió 2.3 billones de dólares a las arcas de la Fed, dijo Yellen.

“Algunos se preocupan”, dice Yellen, que la política de la Fed “tendrá poco efecto sobre el desempleo y solamente servirá para estimular la inflación”. Es verdad, con el tiempo, lo hará.

Estas medidas, lejos de generar o “estimular” la creación de empleos, en última instancia sirven para redistribuir la riqueza excedente creada por los trabajadores a beneficio de los capitalistas más grandes y fuertes, quienes aprietan a los capitalistas más débiles y sobre todo al pueblo trabajador.  
 
 
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