Vol. 77/No. 12 1 de abril de 2013
Mediante la aceleración de la producción y otros métodos para aumentar la “productividad”, los patrones en Estados Unidos han aumentado su ventaja competitiva en el mercado mundial.
La producción en las fábricas estadounidenses creció en febrero por un tercer mes consecutivo, con su mayor crecimiento en tres años y medio, según el Instituto de Manejo de Suministros. Las exportaciones aumentaron a su nivel más alto en nueve meses y las órdenes nuevas y ordenes pendientes crecieron pronunciadamente.
Aunque la crisis capitalista se caracteriza por la tendencia a largo plazo a una contracción de la producción y el comercio a nivel mundial, las empresas estadounidenses están sobrepasando a las de Europa. En Francia, la producción industrial cayó por un 3.1 por ciento en el último trimestre de 2012 mientras las exportaciones continúan cayendo. La industria manufacturera en Alemania cayó en 2012 pero subió en los primeros dos meses de este año con el aumento en las exportaciones a países asiáticos.
El crecimiento de la manufactura se ha detenido en China, la segunda economía más grande del mundo. En Japón, la producción industrial, las nuevas ordenes y la contratación se han estado contrayendo por meses.
“El costo de la mano de obra en Estados Unidos ha estado aumentando de forma más lenta que en los otros grandes países, mientras que la productividad industrial alcanza uno de los índices más altos en el mundo”, informó Bloomberg News el 6 de marzo. Además del aumento en los ritmos de producción, “los precios bajos del gas natural han brindado una ventaja adicional en los costos”, señaló el artículo.
“La producción por trabajador”, una medida básica de la productividad capitalista también cayó durante la recesión, pero rebotó a los niveles previos a la recesión en pocos meses y continua subiendo.
La modesta recuperación en empleos de manufactura en los últimos tres años registra el primer aumento significativo desde su caída en la recesión de 2001. En los últimos 13 años, se han eliminado 5.7 millones, o el 33 por ciento, de los trabajos de manufactura, reduciendo la fuerza laboral en ese sector a 12 millones, el nivel que existía al comienzo de la década de 1940.
El éxito de los patrones a nuestro costo, que ha resultado en un aumento de las exportaciones estadounidenses, está creando la base para que aumenten las contrataciones a medida que los logros de los ritmos de productividad llegan a sus limites temporales. Y esto ya está ocurriendo, el recelo de los patrones de emplear a más trabadores es demostrado en las jornadas laborales más largas. Según el Departamento del Trabajo de Estados Unidos la semana laboral promedio en la manufactura subió 0.2 horas a 40.9 horas, con un promedio de 3.4 horas por semana en tiempos extras. Durante la recesión la semana laboral en la industria cayó 2 horas a 39.3 horas.
Si continúan estas tendencias, los patrones emplearán a más personas a medida que compitan para aumentar la producción para llenar la demanda y maximizar sus ganancias.
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