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Vol. 77/No. 17      6 de mayo de 2013

 
‘Los 5 Cubanos son un ejemplo
de cómo luchar y no doblegarse’
Estudiantes: Liberen a revolucionarios encarcelados en EUA
(portada)
 
El 29 de marzo ocho grupos estudiantiles de la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York auspiciaron un evento sobre la lucha para ganar la libertad de los Cinco Cubanos. Los cinco fueron encarcelados en 1998 por el gobierno de Estados Unidos bajo cargos fabricados, por su trabajo para reunir información sobre las actividades de grupos contrarrevolucionarios basados en Florida que cuentan con un historial de ataques contra la Revolución Cubana, con la complicidad de Washington.

Unas 200 personas escucharon las palabras de un panel de oradores que incluyó además de representantes de los varios grupos estudiantiles que patrocinaron el evento a Martin Garbus, abogado de los Cinco; Rodolfo Reyes, embajador de Cuba ante la ONU; Julio Escalona, vice embajador de Venezuela ante la ONU y Luis Rosa, un luchador independentista puertorriqueño y ex prisionero político. El abogado de derechos civiles Michael Warren y la presidenta de Casa de las Américas de Nueva York Nancy Cabrero, presidieron la reunión. Ike Nahem habló a nombre de la Coalición 26 de Julio, la cual, junto con Casa de las Américas y el Proyecto Educativo Popular para Liberar a los Cinco Cubanos apoyaron y ayudaron a promover el evento.

En la edición de la semana pasada presentamos un artículo sobre el evento. Esta semana el Militante publica las presentaciones de los estudiantes Randolph Carr, Imani Brown, David Luna y Gerardo Romo. En su discurso Carr y Brown hacen referencia a una lucha exitosa que libraron los estudiantes para impedir que la administración universitaria impusiera límites estrictos al acceso a personas que no pertenecían a la universidad usando como pretexto la “seguridad pública”. Aunque a decenas de personas se les negó la entrada, la mayoría de los que quisieron asistir y no pertenecían a la universidad pudieron hacerlo.
 

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Randolph Carr
La Organización de Estudiantes Negros; Estudiantes Contra el Encarcelamiento en Masa

Este es un evento sobre el encierro de personas, de individuos: Antonio Guerrero, Fernando González, René González, Gerardo Hernández, Ramón Labañino. Pero además, sobre el encierro de un cierto tipo de política. Muchos aquí ya sabemos algo sobre la historia de los Cinco. Otros no sabemos mucho sobre el caso. Ya sea que usted venga a este evento con o sin conocimiento previo, esperamos que hoy todos aprendamos más, no solo acerca de los Cinco como personas, sino sobre la estructura legal y política que obra en contra de ellos, sobre las familias y las comunidades de las que se han visto separados, y sobre la lucha que hoy día continúa. De esa lucha, todos formamos parte.

Habiendo cumplido las formalidades, quisiera aprovechar para agradecerle a cada uno de ustedes por su presencia. La presencia a veces es el acto más radical que podemos hacer. Es una precondición para la lucha que realizamos.

Para mí la historia de los Cinco se asemeja, lamentablemente, a la historia de las muchas personas invisibles y olvidadas que se encuentran, esperando y esperando, tras las rejas de los calabozos de Estados Unidos. Como en el caso de los Cinco, se ven arrastradas de una forma u otra al sistema de encarcelamiento, y forzados a someterse ante el peso de esa maquinaria. Los Cinco se han visto arrastrados a ese sistema, y hasta el día de hoy se mantienen indoblegables. El sistema luego intenta desgastar gradualmente al individuo, encerrándolo bajo confinamiento solitario 23 horas al día. Pero aún así se mantienen indoblegables. Podemos aprender de los Cinco una lección para nuestra propia lucha de cómo mantenerse erguido y nunca someterse.

¿Cómo podemos resistir? Creo que esa es la primera pregunta que debemos hacernos. ¿Cómo podemos levantarnos y emerger del legado del colonialismo? ¿Cómo podemos solidarizarnos y estar junto a quienes viven bajo el sistema norteamericano de justicia criminal? ¿Cómo podemos aprender a vivir libres, aprendiendo de los que están forzados a vivir en jaulas a raíz de su pensamiento político?

Espero que esta tarde se dé respuesta a estas preguntas, además de muchas otras que tenemos.

Se ha dedicado mucho trabajo para hacer de este evento lo que es. Hemos enfrentado múltiples desafíos para conseguir un espacio y hacer la promoción para el evento. Los asientos vacíos que ustedes ven aquí representan a personas a las cuales que se les negó acceso. Pero de todas formas, el evento sigue adelante.

Imani Brown
Asociación de Estudiantes Caribeños

Este es un evento con el cual realmente quisiéramos aumentar la visibilidad y las acciones en torno a las atroces violaciones de los derechos humanos que se han cometido contra los Cinco Cubanos.

Nos hemos topado con algunas dificultades en el camino, como suelen ser eventos de esta índole que se enfocan en temas que otros consideran polémicos. Pero eso no va a detenernos cuando se trata de hacer escuchar nuestras voces en torno a esta cuestión importante.

Cuando empezamos a concebir cómo sería este evento, nos resultaba importante, como grupo estudiantil caribeño, fundamentarnos bien en el contexto histórico y político de la lucha de los Cinco Cubanos por su libertad, de tal manera que nos permitiera identificar los vínculos entre sus luchas y las nuestras.

En otras palabras, ¿por qué nosotros, como Asociación de Estudiantes Caribeños, nos solidarizamos con los Cinco Cubanos y lo que ellos representan?

Como miembro íntegro de la comunidad caribeña, Cuba, por su historia social, económica y cultural, ha tenido un impacto profundo y perdurable en el resto de la región, y ha ofrecido un modelo, casi sin par, de modos alternativos de desarrollo.

En la historia de las luchas independentistas y los movimientos para acabar con el colonialismo y el neocolonialismo en todo el mundo, Cuba no ha vacilado en prestar su apoyo y su colaboración estratégica a lo que ha considerado su familia caribeña y africana: desde mandar a Angola a combatientes por la libertad —combatientes, cabe decir, que incluyen a tres de los Cinco Cubanos— para poner fin al apartheid sudafricano, hasta la entrega de becas a estudiantes del resto del Caribe para estudiar en escuelas de medicina en Cuba. Cuba ha dado un nuevo significado a los ideales de solidaridad, unidad y apoyo dentro de su comunidad.

Por otra parte, nuestro apoyo a los Cinco Cubanos no se basa únicamente en lo que Cuba ha hecho o lo que ha significado para el Caribe. Los Cinco Cubanos recibieron un juicio que ahora se reconoce ampliamente como injusto, basado en pruebas insuficientes, y recibieron sentencias que solo pueden calificarse como crueles e inusuales por su larga duración, por la negativa a permitirles contacto con sus esposas y familias, y por el trato que han recibido en prisiones separadas de máxima seguridad, en las que permanecen hasta la fecha.

La historia de resistencia de Cuba contra los sistemas del poder neocolonial norteamericano le han ganado la “mala fama” en el discurso de esta nación. Es importante señalar esto por varias razones. La resistencia a los sistemas del poder neocolonial norteamericano no solo ha influido en el encarcelamiento de los Cinco Cubanos, sino que es una fuerza motriz del complejo carcelario-industrial que ha impuesto la violencia a millones de cuerpos morenos y negros en Estados Unidos y por todo el mundo.

Así que esto no es solo un problema cubano, ni tampoco solo un problema caribeño. Más bien indica un problema sistémico más amplio. El encarcelamiento arbitrario de individuos como solución para los problemas socio-políticos y económicos de una sociedad no parecería ser característica de una nación que declara la libertad como una de sus bases fundamentales. Sin embargo, así lo es. Y necesariamente tiene que ser así, para imponer la misma agresión discriminatoria y hostil que insiste en que aborrece.

Como estudiantes caribeños, llegamos a esta institución conscientes de que el legado del colonialismo en nuestra región frecuentemente encuentra formas insidiosas de insertarse en nuestro actual discurso. Lo que antes era la resistencia de los ex colonizadores a la independencia explícita, ahora es el llamado a favor del neoliberalismo y del desarrollo del llamado Tercer Mundo bajo las condiciones de las potencias hegemónicas del mundo para su propio enriquecimiento. Lo que antes era el saqueo desenfrenado de tierras pertenecientes a otros, ahora lo denominan “construcción de naciones” o el negocio de asegurar la seguridad nacional. Y lo que antes era la esclavitud, ahora se llama el complejo carcelario-industrial, que permite y alienta la detención arbitraria de aquellos que considera opositores.

Por eso nos solidarizamos con los Cinco Cubanos. Porque a medida que se re imaginan las fuerzas del colonialismo y del imperialismo, nosotros debemos re imaginar las formas de resistencia que usaremos para asegurar nuestra propia libertad.

Sin embargo, hay una cosa que no cambia: somos más fuertes cuando estamos unidos que cuando trabajamos por separado.

Por estos motivos y otros más, apoyamos la demanda a favor de la libertad de los Cinco Cubanos, y a favor de una reevaluación de los existentes sistemas de sociedad más generales que nos afectan a nosotros y a nuestras comunidades, y a nuestras vidas cotidianas.

David Luna, Gerardo Romo
Caucus Chicano
El Caucus Chicano de la Universidad de Columbia se solidariza con los Cinco Cubanos y se opone a toda manifestación del corrupto sistema judicial de Estados Unidos. Un sistema que va dirigido desproporcionadamente en contra de los jóvenes latinos y negros en la ciudad de Nueva York. Un sistema que viola los derechos humanos fundamentales mediante la violencia emocional, física y sexual para doblegar y silenciar permanentemente a personas cuya política es demasiado amenazadora. Un sistema que acosa y arresta de manera desproporcionada a latinas transgénero y las deja muy vulnerables a la violencia física y sexual cuando están encarceladas. Un sistema que explota la mano de obra inmigrante durante el día y que detiene a los indocumentados bajo las condiciones más severas por la noche.

La detención y la deportación de inmigrantes es una industria multimillonaria que separa a las familias y viola los derechos humanos fundamentales. En 2010, medio millón de personas fueron encarceladas en más de 300 centros de detención por todo el país, y ese número crece diariamente. El Caucus Chicano dice “no” a un sistema que tacha de ilegales a ciertas políticas, culturas o colores de la piel: la vida entera de seres humanos y su supervivencia.

La liberación de los Cinco Cubanos no solo significará el cese de las severas violaciones de los derechos humanos cometidos contra estos hombres. También significará un golpe contra un sistema que se enriquece gracias a la violencia y deshumanización que diariamente sufren los inmigrantes y las personas de color en este país.  
 
 
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