Vol. 77/No. 18      13 de mayo de 2013

“El resultado es lo que yo esperaba”, dijo Randy Anderson, un trabajador afectado por el cierre en la planta de Drayton de American Crystal. “Una de mis preocupaciones era que entre más tiempo aguantábamos, menos miembros del sindicato tendríamos en la planta”, dijo Anderson. Él calcula que 75 trabajadores regresaran a trabajar en Drayton, la mitad de los que trabajaban antes del cierre patronal.

“Uno de los problemas es que la huelga duró demasiado tiempo”, dijo Anderson. “Deberíamos haber reunido a todos los de las cinco plantas hace tiempo y haber elaborado un plan para avanzar”.

American Crystal, la procesadora de azúcar de remolacha más grande de Estados Unidos, cerro las puertas a los 1 300 trabajadores en agosto del 2011, en sus cinco fabricas en los estados de Dakota del Norte y Minnesota, y en dos pequeñas procesadoras en el sur de Minnesota y en Iowa, después que un 96 por ciento de los miembros del sindicato BCTGM rechazaron las demandas concesionarias de la compañía. Luego el mismo año rechazaron una segunda oferta con un voto del 90 por ciento. La tercera y cuarta ofertas fueron rechazadas por 63 por ciento en junio de 2012 y 55 por ciento en diciembre.

El convenio aprobado incluye una estipulación sobre el regreso al empleo según la cual la compañía hará “un esfuerzo de buena fe” para regresar a los trabajadores a sus empleos previos en unas seis semanas.

“Nos preocupa la declaración de ‘buena fe’ de la compañía”, dijo Becki Jacobson, de la fabrica de Moorhead, Minnesota. “No me gusta el contrato para nada. La compañía tendrá una opinión firme de quién regresa a los trabajos, quién esta cualificado para las posiciones de tiempo completo, quién recibirá promociones, y cuanto trabajo saldrá a contratistas. Muchos de nosotros sentimos que nos pueden dar un pistolaso en la espalda”.

La American Crystal se mantuvo intransigente en sus demandas, incluyendo reemplazar a algunos de los trabajos sindicalizados con trabajadores por contrato, terminar con el requisito de entregar trabajos después de descansos temporales basándose en la antigüedad, la expansión del uso de escalas de pago doble, aumentar los costos del seguro médico, y eliminar el seguro médico después de la jubilación para los nuevos empleados.

Los patrones de American Crystal prepararon el cierre patronal con anticipación, y contrataron a la empresa rompehuelgas Strom Engineering para emplear cientos de trabajadores de reemplazo, quienes comenzaron a trabajar al día siguiente del inicio del cierre.

Ya que la mitad de los empleados han renunciado o se han jubilando durante el curso del cierre, “la mayoría de los trabajadores de reemplazo permanecerán con la compañía”, dijo al Star Tribune de Minneapolis el vicepresidente de American Crystal Brian Ingulsrud.

“Comprendo aquellos que votaron contra el contrato y están decepcionados con el resultado, y comprendo a los que votaron a favor”, dijo Brady Stevenson, de 25 años de edad, quien trabajó en la procesadora de Drayton por 11 meses antes del cierre. “Ahora debemos regresar y unirnos como sindicato. Tendremos que trabajar con los rompehuelgas que cruzaron la línea de piquetes y con aquellos ex miembros del sindicato que también cruzaron”.

La policía local y las cortes se pusieron al lado de la compañía, como lo hicieron los políticos de la región, abiertamente o rehusando apoyo a los trabajadores en lucha. Tres sindicalistas fueron falsamente acusados por supuestos incidentes con los rompehuelgas en las líneas de piquetes.

Les negaron los beneficios por desempleo a cerca de 400 trabajadores de North Dakota hasta que por una pequeña mayoría la Corte Suprema del estado falló en contra de la decisión del tribunal del distrito el 26 de febrero. La razón para negar los beneficios fue una interpretación de una ley de 1981 que dice que empleados que no están trabajando por “razón de huelga, huelga de simpatía, o por paro laboral de cualquier tipo por una disputa laboral” no son elegibles para beneficios. El caso de American Crystal es la primera vez que el servicio de empleos estatal intentó negar beneficios a trabajadores por un cierre patronal.

El 17 de abril la legislatura de North Dakota votó 62 a 30 a favor de añadir explícitamente los cierres patronales a las disputas laborales que en el futuro harán que se nieguen beneficios de desempleo. Ahora el gobernador Jack Dalrymple tiene que firmar la ley.

“Yo voté contra los primeros dos contratos, y a favor de los últimos tres”, dijo Pat Mooney en la sede sindical. “Estoy trabajando por la mitad de mi previo salario y me estoy retrasando en mis cuentas. El sindicato debe regresar a la fábrica”.

“El proceso ha sido largo”, dijo Brian Berg. “Voté en contra porque no había compensación. Esperaba que más de nosotros pudiéramos haber aguantado”.

“El cierre patronal le costó mucho a la compañía y su reputación”, dijo Wayne Netterlund, recientemente jubilado. “¿Valió la pena? No estoy seguro. Creo que nadie salió ganando”.

“Es cierto que no logramos ninguna concesión de la compañía, pero si logramos algunas cosas”, dijo Jacobson. “Ganamos muchos amigos. Logramos lazos con sindicatos y recibimos mucho apoyo de los sindicatos del acero, de los Teamsters y muchos otros. Más que eso, personas común y corrientes demostraron su apoyo a nuestra lucha de muchas maneras durante los 20 meses. Somos diferentes después de esta experiencia. Ahora regresamos a las fabricas. No va a ser fácil. La lucha continuará”.
 
 
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