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Vol. 77/No. 31      26 de agosto de 2013

 
Agricultores en Egipto luchan
por alivio de deudas, tierras
(portada)

POR PAUL DAVIES
FAYED, Egipto—En Egipto, donde el 58 por ciento de la población vive en zonas rurales, los pequeños agricultores han intensificado sus luchas por el derecho a la tierra y otras reivindicaciones después del derrocamiento de la dictadura de Hosni Mubarak en 2011. Después que el presidente electo Mohammed Morsi no cumplió sus promesas de atender las quejas de los agricultores, muchos de ellos participaron en el movimiento para derrocar a su gobierno de la Hermandad Musulmana, con confianza y determinación de seguir adelante con sus luchas.

“Por décadas los pequeños agricultores han librado luchas por el acceso a la tierra, por crédito, fertilizante y semilla baratos; la abolición de prisión de deudores y por la cancelación de deudas”, dijo Ibrahim Abdel Gawed, uno de los organizadores de la Unión de Agricultores Independientes, a los miembros del equipo de reportaje del Militante que viajaron a esta pequeña ciudad cerca del Canal de Suez durante su reciente visita a Egipto. “Estas son las mismas cuestiones por las cuales seguimos luchando ahora”.

Mustapha Moughazi, un ex productor de mango aquí, dijo que se vio obligado a vender parte de su finca y alquilar el resto del terreno hace cinco años para pagar los préstamos que los bancos le habían impuesto a él y a otros agricultores. Describió una práctica del Banco de Desarrollo y Crédito Agrícola de presionar a los agricultores para poner sus tierras como garantía para préstamos que no tenían nada que ver con la agricultura.

“Empujaban los préstamos y te instaban a dar a tu hija una gran boda, comprar un vehículo o lo que sea. Bajo [los previos jefes de estado] Gamel Abdel Nasser y Anwar Sadat, los intereses eran solamente del 3 por ciento, ahora son hasta del 18 por ciento, y los pagos son imposibles”, dijo Moughazi. “Se suponía que los bancos apoyaban al agricultor, pero solo nos degollaron. El banco agrícola debería cambiar su nombre por el de ‘banco para el encarcelamiento de los agricultores’”.

En los años 90, miles de agricultores recibieron penas de cárcel por no pagar sus deudas. Según Gawed esta práctica continúa en muchas zonas rurales, y los pequeños agricultores que no pueden pagar sus deudas son encarcelados. La unión de agricultores independientes hace campaña para ganar su libertad.

“Desde Nasser hasta hoy, las políticas del gobierno han favorecido a los grandes agricultores a costa de los pequeños. Si hay escasez de agua son siempre los pequeños agricultores los que reciben menos”, dijo al Militante Karam Saber, director del Centro Rural para los Derechos Humanos, durante una entrevista en la oficina del centro en El Cairo. El Centro Rural defiende los derechos de los trabajadores del campo y los agricultores y trabaja con la Unión de Agricultores Independientes.

Los residentes de Fayed, una ciudad conocida por su producción de mango y melón, participaron en las masivas manifestaciones del 30 de junio en El Cairo y el cercano pueblo de Ismailia contra el gobierno de la Hermandad Musulmana. “La revolución del 30 de junio fue necesaria”, dijo Moughazi. “Al principio yo estaba contento con el gobierno de Morsi, pero un año más tarde, ¡Él era peor que Mubarak!”

De acuerdo a las entrevistas con la prensa local y lo que dijeron los que hablaron con el Militante, muchos agricultores estaban especialmente molestos por las promesas incumplidas del gobierno de Morsi de aliviar las deudas de los pequeños agricultores.

“Cientos de los agricultores de la aldea creían que la decisión del presidente podría mejorar su situación financiera”, dijo Farag. Pero se aliviaron solo las deudas de un pequeño número.

“El costo de las semillas ha subido”, dijo Moughazi al Militante. “En los años 90 Mubarak eliminó las restricciones al límite de lo que se puede cobrar a los que rentan la tierra y terminó las restricciones a las expulsiones de arrendatarios”, dijo Saber.

“Como consecuencia, medio millón de agricultores han perdido su tierra desde entonces”, señaló Gawed.

“Las tierras que están siendo reclamadas del desierto deben ser entregadas a los pequeños agricultores, no solo a los terratenientes ricos, y debe haber un límite de 100 feddanes en la propiedad de la tierra”, dijo Saber. “Se deben cancelar las deudas de los agricultores con menos de cinco feddanes de tierra”.

“El 25 de enero de 2011, y de nuevo el 30 de junio de este año, los agricultores estaban entre los que lucharon” contra los gobiernos que oprimieron a los agricultores y los trabajadores, dijo Gawed. “Hemos perdido nuestro temor”.  
 
 
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