Vol. 77/No. 46 23 de diciembre de 2013
Hong Menea |
Trabajadores de la gigantesca fábrica de ropa SL Garment celebran tras ganar con huelga el pago retroactivo de sus salarios, la restitución de dirigentes sindicales despedidos y el retiro de la policía militar de la fábrica en Phnom Penh, Camboya, el 3 de diciembre. |
Los trabajadores de SL Garment Processing en esa ciudad, una de las fábricas de ropa más grandes de Asia, regresaron a trabajar el 4 de diciembre tras una batalla de casi cuatro meses en la que se enfrentaron a ataques de la policía militar, la policía antidisturbios y matones de la compañía contra sus marchas, mítines y líneas de piquetes.
La huelga empezó el 12 de agosto con ocho demandas, incluyendo un aumento del salario mínimo de 80 a 150 dólares por mes, un estipendio de 3 dólares para el almuerzo, el retiro de la policía militar de la planta y que la empresa corte lazos con el asesor y accionista Meas Sotha, quien los trabajadores vinculan con el uso de la policía militar en la planta.
Los trabajadores lograron que la policía militar fuera retirada de la planta y el despido de Sotha, pago retroactivo de la mitad de los sueldos perdidos por la huelga y la reintegración de 19 líderes de SL Garment que fueron despedidos en septiembre.
“Es una verdadera victoria para todos los trabajadores y se necesitó una verdadera lucha para llegar aquí”, dijo Athit. “Los 19 miembros del comité sindical están de vuelta y han empezado a trabajar. Sin su reincorporación, nunca hubiéramos firmado un acuerdo”.
La Planta SL Garment, cuyos propietarios son de Singapur, emplea a casi 6 mil trabajadores que producen para H&M, Gap y Levi’s. Casi 2 500 son miembros de la Coalición de la Unión Democrática de Trabajadores de la Confección de Camboya, que organizó la huelga. Hay otros dos sindicatos más pequeños en la planta. Muchos trabajadores no afiliados participaron en la huelga.
El 31 de octubre y el 1 de noviembre choques violentos entre la policía y los huelguistas afuera de la fábrica dejaron a 10 trabajadores lesionados.
El 12 de noviembre cientos de policías antidisturbios atacaron una manifestación de más de mil trabajadores con cañones de agua, gases lacrimógenos, balas de goma y munición real. Una mujer que vendía arroz al costado de la carretera resultó muerta y otras 20 personas fueron llevadas al hospital con heridas de bala. Tres días después, el gobierno de Hun Sen dio a SL Garment 15 días para reintegrar a todos los trabajadores.
El pago retroactivo que se debe a los ex huelguistas asciende a un millón de dólares. “Todavía falta que nos paguen”, dijo Athit. “La compañía dice que no tiene los fondos y ha solicitado que el gobierno y los minoristas internacionales provean los fondos. Vamos a seguir esto de cerca para asegurarnos que se cumpla”.
“Durante la huelga, abandonamos cinco de nuestras demandas y seguimos presionando para las más importantes”, dijo Athit. “Hemos elevado la demanda por salarios más altos y un estipendio por el almuerzo al nivel nacional. Trabajaremos con otros sindicatos industriales para presionar por esto. Es verdaderamente necesario. Han habido grandes aumentos de precios recientemente y necesitamos salarios más altos para sobrevivir”.
Varios sindicatos se reunieron en Phnom Penh el 24 de noviembre para exigir un aumento del salario mínimo, y dijeron que ellos lanzarían huelgas y manifestaciones si no se cumple la demanda. El gobierno ha declarado que aumentará el salario mínimo en enero pero no dijo por cuanto. Después de una reunión entre los representantes del gobierno, sindicatos y patrones de la costura el 28 de noviembre, el ministro de trabajo Ith Sam Heng pidió a “todos los trabajadores que se calmen” dado que está por venir un aumento.
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