Vol. 77/No. 46 23 de diciembre de 2013
Después de haber superado la meta internacional de 2 500 suscripciones, los partidarios del Militante en Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Australia y Nueva Zelanda se están organizando para superarla aún más. Desde el comienzo de la campaña los partidarios también han vendido casi 500 ejemplares de los nueve libros disponibles a precio especial para suscriptores.
“Estamos organizando equipos de ventas todas las noches”, dijo Martin. “Un nuevo suscriptor inscribió a un amigo la semana pasada. Cuando llamó para entregar la dirección de su amiga, nos dijo que pensaba que salir a vender el periódico con nosotros era algo que le gustaría hacer”.
“Acabamos de cumplir nuestra meta y ahora vamos a repasarla lo más que podamos”, dijo Katy LeRougetel de Montreal, el 10 de diciembre. “El sábado vamos a volver a Saint-Hyacinthe con el artículo en el Militante sobre la huelga en el Hotel des Seigneurs”. (Ver página 5.)
“Ganaron, ganaron”, exclamó la huelguista Brigitte Malenfant, en la línea de piquetes el 4 de diciembre, refiriéndose a los trabajadores de la confección en Bangladesh, que recientemente ganaron un aumento del 77 por ciento en el salario mínimo después de seis meses de huelgas y movilizaciones en la calle. Acababa de leer sobre esa victoria en una traducción al francés del artículo de primera plana en la edición del 9 de diciembre del Militante.
A solo dos suscripciones de su meta, los partidarios en Nueva York decidieron lograr por lo menos otras 40 más, pasando a ser la tercer área que aumenta su meta.
Una decena de miembros de las ramas del Partido Socialista de los Trabajadores en Chicago, Des Moines, Iowa, Nueva York y Twin Cities, Minnesota, se unieron con trabajadores comunistas en Omaha, Nebraska, del 6 al 9 de diciembre para ampliar la base de suscripciones allí. Yendo de puerta en puerta en barrios obreros inscribieron a 39 nuevos lectores.
Dennis Richter, de Chicago, y Ellen Brickley, de Des Moines, vendieron una suscripción a un trabajador ferroviario en Omaha que había sido despedido y estaba luchando para recuperar su empleo. Le gustó como el periódico defendió al conductor que los patrones están culpando por el descarrilamiento catastrófico de un tren de Metro-North en Nueva York el 1 de diciembre, y lo que dijo el Militante sobre como los trabajadores son los únicos que pueden dar prioridad a la seguridad y pueden aplicarla a través de la fuerza sindical y la lucha por el control de las condiciones en el trabajo.
En Houston los suscriptores Glenn y Patricia Williams ayudan a distribuir el periódico a nuevos lectores. Cuando Patricia Williams renovó su subscripción, pidió que le diéramos formularios de suscripción para inscribir a amigos “que deberían estar leyendo este periódico”.
Glenn Williams compró una suscripción para un amigo en la cárcel. “Yo quiero que pueda leer algo de personas que entienden dónde se encuentra, de que no se trata de dividir las razas, sino unificar a los trabajadores”, dijo.
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