Vol. 78/No. 3 27 de enero de 2014
La huelga alcanzó a paralizar hasta el 45 por ciento del transporte ferrocarrilero de carga y el 34 por ciento de los trenes de pasajeros.
Las órdenes judiciales para el arresto de 25 dirigentes de la huelga no se han detenido y cerca de 490 sindicalistas aún están amenazados de ser despedidos.
Ese mismo día estudiantes organizaron protestas de solidaridad en cinco ciudades.
La huelga comenzó el 9 de diciembre después de que KORAIL se negara a cancelar sus planes de establecer una compañía subsidiaria para administrar el proyectado tren de pasajeros de alta velocidad de Seúl a Busan. La compañía niega que la nueva entidad será un paso hacia la privatización, sin embargo admitió que su meta es recortar gastos, algo que los trabajadores saben que se hará a costa suya.
El gobierno de la presidenta Park Geun-hye declaró la huelga ilegal y emitió órdenes de arresto contra sus dirigentes e irrumpió en las oficinas de varios sindicatos, incluso las de la confederación de sindicatos. KORAIL contrató esquiroles para mantener lo más posible las operaciones de carga y pasajeros.
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