Vol. 78/No. 4 3 de febrero de 2014
Había 38 empleados en la fábrica cuando se derrumbó el edificio de tres pisos. La mayoría pudieron escapar. Por lo menos diez trabajadores fueron hospitalizados por lesiones, cuatro de ellos en estado crítico. Los bomberos rescataron a cinco personas que quedaron atrapadas en los escombros.
“No me sorprende”, dijo Joe Gale al Militante. El trabajó en International Nutrition hace 12 años. Actualmente trabaja en una planta que fabrica cosechadoras agrícolas. “El lugar no era seguro. Había un montón de cosas en el aire que no era bueno respirar”.
“Tienes que ser justo por ambos lados. Hay que hacer una investigación”, dijo Phil Stewart, quien trabaja en una fábrica de vidrio. “Pero el dinero es siempre un factor”.
Erik Ocampo, un trabajador de producción que sufrió quemaduras en la cara y sus manos, dijo al Omaha World Herald que él “pensó que algo explotó y de repente se sintió envuelto en llamas”.
Nate Lewis, de 21 años, dijo al JournalStar.com de Lincoln, Nebraska, que él vio fuego y después los escombros que caían desde el techo del tercer piso. “Estaba totalmente oscuro ahí dentro. Tuve que salirme a tientas de allí”.
El conductor de montacargas Kendrick Houston, de 38 años, y Jamar White, quien estaba afuera cuando sintió las llamas, trataron de volver a entrar al edificio para buscar a sus compañeros de trabajo, pero fueron repelidos por el calor y el humo, informó el Herald.
El polvo de grano es altamente inflamable en grandes concentraciones y presenta un peligro de explosión si no se maneja adecuadamente. Scott Allen, portavoz de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA), dijo al Herald que la investigación podría tomar hasta seis meses en completarse.
En 2002, un trabajador de 45 años de edad murió en la fábrica cuando se cayó en un tanque para mezclar que estaba limpiando, según OSHA. La agencia le impuso multas a la empresa por cinco violaciones graves y cuatro menores por un total de 20 350 dólares. En negociaciones posteriores algunas de las infracciones fueron anuladas y la multa fue reducida a 13 mil dólares.
En 2012, International Nutrition le pagó a OSHA más de 10 mil dólares para resolver una media decena de violaciones, incluyendo la falta de guardas de protección requeridos en la maquinaria, falta de protección de las herramientas eléctricas de mano y violaciones del código del sistema eléctrico.
“Los trabajadores quieren un lugar de trabajo seguro. Queremos poder irnos sanos a la casa al final del día”, dijo Jeff Kringle, quien estaba sentado con otro camionero en un restaurante de comida rápida cerca de la planta, mirando por la ventana hacia la pila de metal retorcido. “Al mismo tiempo, no queremos que nos obliguen a hacer un montón de cosas en nombre de la seguridad. Un chofer de camión puede recibir una multa por miles de dólares sólo por mirar a su celular. Pero empresas como esta pueden lesionar y matar gente y terminan pagando menos”.
“Ofrezco mis condolencias a los dueños y a los empleados y sus familias”, dijo la alcaldesa Jean Stothert en un comunicado de prensa el 20 de enero.
Unas seis horas después de la explosión y el derrumbe de International Nutrition, dos trabajadores perdieron su vida y un tercero fue hospitalizado tras una explosión en la fábrica Mid-American Steel and Wire en Madill, Oklahoma. Hasta el momento no se ha publicado ninguna información sobre la causa de la explosión que empezó en el horno de la fábrica.
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